Tras el partido de Tarazona, además de la derrota, la Ponferradina miraba con preocupación a dos de sus mejores jugadores y capitanes de la primera plantilla, Andrés Prieto y Borja Valle.
Como bien confirmó el técnico blanquiazul, Javi Rey, al finalizar el encuentro, el portero tuvo que detener el partido por «un dedo dislocado, se lo colocó rápido el doctor del Tarazona» y desde ese momento saltaron las alarmas en Ponferrada, aunque Ángel ya demostró en la Copa del Rey que está más que preparado para sostener a la Deportiva desde debajo de los palos.
Aunque el técnico ya avisaba «seguramente no le de tiempo a recuperar, pero conociéndolo estará para jugar ante el Athletic B». Y así ha sido, en el último entrenamiento del conjunto bercianos, el pasado miércoles, se vio al guardameta con el resto de sus compañeros, eso sí, con una especie de vendaje que le cubría dos dedos de la mano, uno de ellos, el afectado el pasado domingo ante el Tarazona.
La otra gran noticia en el último entrenamiento fue la aparición de Borja Valle, tras tener que abandonar el terreno de juego a la hora de juego por un golpe en la cabeza. Al berciano tuvieron que ponerle tres grapas en la cabeza y un vendaje en el banquillo y era otra de las dudas para el Athletic B, pero el miércoles se le vio entrenando con normalidad, sin vendajes y todo apunta a que el sábado será de la partida.
Borja Fernández, con el grupo
Es el único jugador lesionado, dejando de lado la grave lesión de rodilla de Nacho Castillo, al que prácticamente se le descartaba para esta temporada. Sufrió una sobrecarga ante el Arenteiro que se ha ido alargando hasta el mes y medio de baja, lo que le ha hecho perderse los últimos seis partidos de liga.
Sumándose a las buenas noticias de Andrés y Borja, el medio gallego realizó la primera parte de la sesión del miércoles con el resto de sus compañeros, aunque no la terminó, para terminar de recuperarse de su lesión en el cuádriceps.