Ponferradina 1 - 3 Cultural: 'Reinventando el derbi'

El doblete de Gallar y el tanto de penalti de Benja, tumbaron a la Deportiva (1-3) / Jonathan Ruiz maquillló el resultado en la recta final

Alejandro Cardenal
27/08/2016
 Actualizado a 13/09/2019
Gallar celebra uno de los goles de la Cultural. | DANIEL MARTÍN
Gallar celebra uno de los goles de la Cultural. | DANIEL MARTÍN
La Cultural reventó -y reinventó- el derbi. Los seis años de espera le habrán válido la pena a un equipo que dio un golpe de autoridad en El Toralín (1-3) ante una Deportiva que solo apareció por el partido en la recta final. Demasiado tarde. El tanto de Jonathan Ruiz solo servía para maquillar el resultado. Antes, un doblete de Gallar, que en un partido se ganó su ascenso al Olimpo del culturalismo, había encarrilado el choque con un doblete y Benja remataba la faena de penalti.

Aunque culturalistas y blanquiazules habían buscado quitarse presión durante toda la semana resta importancia -en cuanto al desenlace final de la temporada- al choque, que el partido era especial quedó patente hasta en la elección de los onces. Manolo Herrero revolucionó la alineación con cuatro cambios respecto a la primera jornada -Adán Gurdiel, Abel Moreno, Jonathan Ruiz y Cidoncha-, un ‘reset’ con el que el jienense buscaba hacer borrón y cuenta nueva.

Cuando la primera parte se dirigía a su ecuador, éxtasis de la Cultural, ‘déjà vú’ de la Deportiva. A los blanquiazules se les empezó a escapar el partido ante el Izarra por un despiste defensivo y no aprendieron la  lección

Por su parte, De la Barrera apostaba por una defensa de cinco, incluido el holandés Gianni Zuiverloon, para asfixiar a la única referencia berciana en punta -Héctor Figueroa- y frenar las incorporaciones de la segunda línea, una fórmula especialmente efectiva durante los primeros compases de encuentro. La Cultural, bien replegada en su campo, arrinconaba a la Deportiva en las bandas, donde los primeros centros laterales de Abel Moreno murieron sin peligro.

A pesar de que los visitantes eran mejores a los puntos, no lograban plasmar su superioridad en ocasiones. Tampoco hizo falta. Cuando la primera parte se dirigía a su ecuador, éxtasis de la Cultural, ‘déjà vú’ de la Deportiva. A los blanquiazules se les empezó a escapar el partido ante el Izarra por un despiste defensivo y no aprendieron la  lección. En una mala combinación, robo, contragolpe de manual y gol de Gallar con algo de fortuna, ya que tras rebotar el balón en Dinu, la pelota volvía a caerle franca para empujar a portería vacía.

Le costó a los bercianos reaccionar al mazazo. Menudo desperdiciaba dos faltas laterales que se quedaban muy cortas, y solo una cabalgada de Adán Gurdiel que Cidoncha no lograba materializar dentro del área.

Al descanso se llegaba con la sensación de que a pesar del resultado y de estar obligada a una ‘metamorfosis’ total, la Deportiva seguía viva mientras la Cultural no terminaba de matar el partido.

La piedad de los pupilos de Rubén de la Barrera no duró mucho. El paso por vestuarios, lejos de espabilar a los bercianos, hizo crecer la ‘caraja’, lo que aprovecharon los visitantes para sentenciar el partido en dos fogonazos.

El primero en golpear fue Gallar. El extremo, un quebradero constante para la zaga blanquiazul y el gran artífice del fin de la sequía leonesa en El Toralín -catorce años llevaba sin ganar en Ponferrada-, se vestía de Maradona protagonizando un eslalon, zafándose de toda la defensa y batiendo a Olmedo, que había salido tras el descanso por un Dinu renqueante. La lesión del guardameta frustró los planes de Manolo Herrero, que no pudo revolucionar el partido con los cambios, y dio vía libre a la exhibición visitante.

Mientras la Deportiva seguía intentando asimilar que el derbi ya se encaminaba hacia León, llegó la sentencia. Otra vez la Cultural pillaba a la Deportiva totalmente descolocada en un contra, error de Abel Moreno y penalti

Mientras la Deportiva seguía intentando asimilar que el derbi ya se encaminaba hacia León, llegó la sentencia. Otra vez la Cultural pillaba a la Deportiva totalmente descolocada en un contra, error de Abel Moreno y penalti. Benja, que no brilló, pero hizo un papel mucho más que efectivo sacando de quicio a Gonzalo y Xisco, asumía la responsabilidad de lanzar la pena máxima y no fallaba, 0-3 y más de media hora de fiesta para unos y pesadilla para otros.

Y cuando peor pintaban las cosas para la Ponferradina, apareció el orgullo. Decía Manolo Herrero que los equipos con calidad, a la larga, ganan más que los que tiran de intensidad, pero fue cuando los blanquiazules apelaron al corazón cuando llegaron los únicos minutos rescatables de un partido para olvidar.

En uno de esos arreones, Jonathan Ruiz batía con un disparo cruzado desde el punto de penalti a Leandro, pero la remontada se quedó ahí, la Cultural volvió a controlar el partido y selló una victoria histórica para los capitalinos.
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