Bajo los palos en aquel Cultural-Barcelona B que dio el último ascenso estaba Jorge Palatsí, que acabó siendo decisivo y se quedó también luego para la campaña de Segunda División.
Ahora como integrante de la estructura del Burgos, reconoce que «por mi trabajo he seguido la Primera RFEF también y con especial ilusión a la Cultural, porque emocionalmente y sentimentalmente es una ciudad en la que me hubiera gustado acabar mi carrera. Con todo lo que viví en León y los amigos y familia que tengo allí, para mí será siempre especial y por lo que la he visto me parece que es una temporada brillante, dominadores desde el inicio como cuando ascendimos nosotros. Es verdad que con altibajos que todos tienen y que en el tramo final les han hecho que se les escapen puntos valiosos, pero teniendo ahora el Reino de cara y 13.000 personas animándote es un ascenso que no se puede escapar».
«Una semana en la que estás a 90 minutos de poder conseguir el ascenso a la liga de futbol profesional sólo puedes afrontarla con ilusión, ambición y con ganas de disfrutar y al mismo tiempo de que llegue ya. Mientras pienso en ello me entran escalofríos por el cuerpo de recordar lo que es una semana así, es un reto precioso», señala Palatsí, que considera que «influye mucho la parte emocional y la gestión de nervios que tenga cada uno. Debes pensar lo que puedes conseguir a nivel personal pero también lo que puedes dar a una ciudad y masa social como la de la Cultural. Lo tienes que hacer por ti, por tu familia y tu carrera, pero también por lo que vas a dar a un club en el que tu nombre lo vas a escribir con letras de oro para siempre».
Por último, sobre el consejo que le daría a Bañuz, «aunque un portero de su talla no los necesita», sería «que disfrute, que no deje escapar ni un minuto de lo que es esta experiencia, que sea consciente de que le puede cambiar la vida a nivel profesional pero lo afronte con muchísima humildad y tranquilidad».