Cultural 2 - Barcelona B 1: 'La Cultural convierte el sueño en realidad'

El equipo leonés regresa 42 años después a Segunda A tras sufrir al adelantarse el Barça B pero levantar el partido y ganar con goles de Colinas a la contra y un mágico Gallar de falta

Jesús Coca Aguilera
28/05/2017
 Actualizado a 16/09/2019
frame-28cultu.jpg
frame-28cultu.jpg
Muchos pensaron que nunca llegarían a ver este momento. La mayoría empezaban a creer que era algo que ya no iban a vivir. Durante 42 largos años, la Cultural transitó lejos de la Segunda División del fútbol español, mientras se sucedían las desilusiones e incluso se llegaba a poner pie y medio al borde del precipicio. Pero sus fieles nunca dejaron de creer. ‘Yo tengo un sueño’, decían también, a lo Martin Luther King, a quien quisiera escucharles. Durante los últimos meses más fieles empezaron a compartir ese sentimiento. En las últimas semanas, el número de creyentes se multiplicó. Y este domingo, por fin, en un día que sin duda pasará a la historia del culturalismo, la Cultural convirtió el sueño en realidad.

42 años después, el equipo leonés regresa a la categoría de Plata del fútbol español. Lo hizo, como no podía ser de otra manera y tendría que ya dar por hecho cualquiera que conozca este club, sufriendo lo indecible. Pero también, como merecía una temporada en la que se había visto el mejor fútbol en décadas en el Reino de León, con victoria tras reaccionar a los malos momentos con carácter y buen fútbol.

Tras dos ocasiones muy claras de Gallar, una de las cuales se fue al palo, Alfaro hizo el 0-1 en un error de los centrales 0-2 habían vencido los de Rubén de la Barrera en la ida al Barcelona B y 2-1 lo hicieron en la vuelta, en un choque que se les puso cuesta arriba al adelantar Alfaro a los catalanes antes de llegar al descanso, pero que levantaron en una segunda mitad en la que Toni se echó el equipo a sus espaldas y los extremos culminaron la remontada.

Colinas y Gallar. Gallar y Colinas. Si había dos jugadores que merecían marcar los tantos que quedarán para toda la vida en la memoria de todos los aficionados, probablemente fueran ellos. Uno ha puesto la calidad y el desborde, mostrándose como el jugador más decisivo que ha tenido en las últimas décadas la Cultural y rechazando la opción de irse en navidad a una categoría superior para buscar el ascenso. El otro ha protagonizado el trabajo sucio, el sacrificio incansable y la labor de equipo, unido a un gran olfato goleador.

Ambos aparecieron cuando las 13.500 personas que abarrotaban el Reino de León más miedo tenían. Porque pudo adelantarse la Cultural gracias al mágico arranque de Gallar, pero la pelota no quiso entrar.

Gallar conducía una contra, la pegaba mal, y el balón le iba a las botas de Colinas, que seguía la jugada y resolvía para igualar Primero, tras una extraordinaria combinación con Víctor, Colinas y Benja, tiraba solo desde la frontal pero le salía un disparo flojo y centrado; después, con una cabalgada espectacular, se plantaba en la media luna del área y se sacaba un tremendo ‘latigazo’ raso que con el meta batido se estrellaba en el poste.

En la ida, las dos llegadas leonesas habían sido gol y los blaugrana habían errado. Pero en la vuelta, parecían cambiar las tornas. Había tenido el filial sus ocasiones, con un cabezazo de Cardona que se iba fuera y otro de Zuiverloon, al peinar hacia su portería un saque de falta, que se hubiera convertido en gol de no ser por los reflejos de Palatsí.

Sin embargo, a la tercera fue la vencida. Error encadenado de los dos centrales culturalistas que permiten que tras un balón largo Alfaro se plante solo ante el meta y perfecta resolución, cruzándosela por bajo, para hacer el 0-1.

Nadie dijo que fuera fácil. El partido se endurecía. Las duras entradas del FC Barcelona B no encontraban el castigo del árbitro, lo que les animaba a mantener ese listón de dureza con especial protagonismo para un Fali que hizo múltiples faltas de amarilla y se fue de vacío. Los minutos transcurrían, la tensión crecía y la Cultural mejoraba.

Una ‘cabalgada’ de Bastos acababa con una falta al borde del área que Gallar ponía en la escuadra para hacer el 2-1 Con Toni como director de orquesta, las llegadas locales, aunque no muy claras, sí que empezaban a suceder. Pero al final el empate llegaría con ese arma que tan buen resultado le ha dado este año a la Cultural. Con uno de esos contraataques letales que tanto rédito le han dado a los leoneses.

Todo empezaba con una acción de garra y coraje de Benja, que se tiraba al suelo para rozar el balón antes que el central; y la conducía el eléctrico Gallar, que iba evitando rivales desde el centro del campo, y dentro del área, la pegaba mal con la suerte de que el balón le iba a los pies de Colinas, que acompañaba la contra por la izquierda libre de marca, y que resolvía a la perfección el mano a mano.

1-1. La prórroga evitada. Pero quedaba mucho por sudar y por pasar. Aún se le pondría el corazón en un puño a la grada cuando Perea, tras ‘romper’ a Víctor, ponía un centro cerrado desde la línea de fondo que entre Palatsí y un defensa sacaban in extremis. Todavía lamentaríancomo si de un gol rival se tratase un contraataque en el que Benja, en un uno contra uno contra el defensa, se la llevaría a trompicones pero muy forzado y desequilibrado tiraba flojo frente a Varo. Y, por supuesto, aún tenían que saltar de júbilo con el ‘golazo’ de Gallar, que pasará a formar parte de los momentos más importantes de la historia de la Cultural, pues fue el de la sentencia.

Palatsí acabó ingresado en observación en el hospital tras chocar con un rival en una de las últimas acciones del choque Todo nació de una tremenda arrancada de Bastos, que desde su campo se iba en velocidad hasta la frontal del área, donde era desequilibrado. Falta peligrosísima. Allí se dirigía el que ya será para siempre una de las leyendas del club. Se hacía el silencio. La grada cantaba el ‘Gallar no falla, no falla’. El extremo la pegaba a las mil maravillas por encima de la barrera y el balón entraba por la escuadra. Era el 2-1. El Reino se caía.

Quedaban 12 minutos para el final y el margen era de tres goles. Nadie quería echar las campanas al vuelo,pero la realidad es que el ascenso era una realidad a la espera sólo de que el silbato final lo confirmara. Sucedió entonces la única gran desgracia de la tarde, no en forma de gol porque Yeray la sacaba bajo palos, sino de lesión de Palatsí, que tras un duro golpe se marchaba en camilla ante las señales de alarma de sus compañeros y acababa ingresado en el hospital en observación.

Ahí se acabó todo. Sólo quedaba disfrutar de los últimos minutos y la fiesta final. El fútbol profesional ya espera a la Cultural.
Archivado en
Lo más leído