Mirabas a las gradas del Reino sin saber lo que había pasado cinco minutos después de terminar el partido entre la Cultural y el Andorra y no tenías muy claro lo que había pasado.
Muchas caras llorosas, mucho aficionado que no podía aguantarse las lágrimas. Pero esta vez, no eran de tristeza. Ni muchísimo menos. Al contrario que tantas y tantas veces, eran de alegría.
Las que muchos derramaron tras cada mazazo que el destino ha infringido a la Cultural, esta vez no se las aguantaron pero porque por fin ellos eran los que sonreían. Caían gotas de los ojos, pero mientras había una sonrisa fija en su cara.
Lo hacían en la grada, porque como en el último ascenso no se vivió esa invasión de campo clásica de muchos ascensos. No se movió nadie de su asiento para observar la que ya es una vuelta al ruedo que nunca se olvidará, la dada por una plantilla que lo festejó en el césped acompañada de sus familiares y con 'La Morocha' atronando por megafonía.
Por cada zona del campo fueron pasando, dejando detalles de esos que no se olvidan. Como el de Llona y Manzanera abrazándose solos en una mitad del campo mientras los jugadores estaban en la otra. O el del director deportivo estando a punto de ser ‘desgraciado’ por Rodri al ir a abrazarle. O el de Bicho cogiendo el altavoz que le lanzaban del fondo sur para comandar los cánticos del equipo. O Natichu Alvarado, que ha sufrido y mucho durante las últimas semanas, abrazándose con todo el mundo que se le acercaba ahora que ya respiraba tranquila.
Bicho cogió el altavoz y lideró los cánticos y Rodri casi ‘desgracia’ a Manzanera, cuyo abrazo con Llona fue emotivo
Casi tres cuartos de hora tardaron en abandonar el campo, rumbo a vestuarios… y previo paso por la zona de prensa y no para hablar. Y es que cuando el técnico Raúl Llona se dispuso a dar su comparencencia, la cual terminó haciendo acompañado de todo su equipo técnico, sus jugadores aparecieron para empaparle de champán, en la primera de las mojaduras que llevó el equipo antes de subirse al autobús descapotable que les llevó hasta la fuente de Guzmán.
Esa ya fue otra historia. Una en la que miles y miles de leoneses dieron su cariño a una plantilla para el recuerdo. Una cuyos nombres se seguirán repitiendo durante años y años. Porque los Bañuz, Víctor García, Guzmán, Lanchi, Fornos, Satrústegui, Rodri, Víctor Ruiz, Álvaro, Barri, Bicho, Kevin Presa, Maestre, Pibe, Calderón, Samanes, Txus Alba, Artola, Manu Justo y Antón Escobar, junto a unos Adri Ruiz e Ian Martínez que han terminado siendo dos más de la plantilla, son ya parte de la centenaria historia de este club.