Las criticas de la Cultural hacia el Unión Adarve, denunciando el acto en el que el exdelegado Pepe Sanz metía el domingo algún tipo de crema en los ojos de cuatro jugadores en la previa del encuentro, provocándoles irritación ocular y una gran indignación, es sólo el último de los episodios por los que en los últimos años se ha acusado al conjunto madrileño o a algunos de los integrantes de su cuerpo técnico.
Unos hechos siempre llegados desde un club rival pero nunca reconocidos por sus protagonistas, puesto que en este caso incluso el señalado Pepe Sanz ha dejado abierta la opción de tomar medidas legales y el presidente, Luis Gómez, lo ha calificado en Radio León de «chorrada inverosímil», llegando a acusar al denunciante Palatsí de tener «varios cadáveres en la cuneta».
Aunque, de esos, han ido dejando varios en los últimos años, con varias polémicas que curiosamente han tenido en varios casos como protagonistas a actuales integrantes de la Cultural, donde ya se vivió un desagradable capítulo cuando Luis Masero, ahora de nuevo segundo entrenador del Adarve, fue expedientado por el club leonés por girarse hacia la grada y proferir algún insulto tras el empate en el descuento ante el Fuenlabrada, que se produjo mientras la afición estaba cantando y cargando contra Víctor Cea.
Masero fue expedientado en la Cultural por girarse e insultar a la grada tras el empate ante el Fuenlabrada En primera persona vivió también uno de esos actos el recientemente llegado en el mercado invernal Javi Jiménez, que estaba en el Atlético Malagueño cuando se midió en el ‘playoff’ de ascenso al Adarve en 2018. En esa ocasión, en el partido de ida, un integrante del conjunto andaluz cuenta que, al entrar a su vestuario, estaba todo cerrado y los grifos y duchas encendidas con agua caliente, convirtiéndolos en una ‘sauna’ en pleno mes de junio, buscando crear el máximo malestar desde el minuto 1.
También un problema en el vestuario tuvo, en ese mismo ‘playoff’ de ascenso, el Vilafranca, cuyo presidente Joan Soler criticó, según refleja ‘Málaga hoy’, que al llegar «estaba totalmente inundado, cuando los trabajadores del campo decían que esa misma mañana estaba todo bien. Nos tuvimos que cambiar en el autobús».
No fue la única denuncia realizada por el equipo catalán, que en el mismo espacio no sólo afirmaba que hubo «amenazas de muerte ya en Villafranca» de Víctor Cea, señalando que «usó todos los instrumentos para desestabilizar la eliminatoria»; sino que contaba cómo«nos enviaron una nota que teóricamente era de la Policía diciendo que el campo estaba siendo inspeccionado por una amenaza de bomba islámica, así que tuvimos que entrar tan sólo hora y media antes».
Jiménez vivió las ‘tácticas de vestuario’ con el Malagueño. A Morales le agredieron en el parking tras un partido Peor parado salió el ahora culturalista Carlos Morales, que cuando jugaba en el Atlético B, tras un partido cargado de polémica, vio cómo en el parking exterior del campo le esperaban, según señala El Mundo Deportivo, un grupo de jugadores del Adarve, uno de los cuales «le propinó un puñetazo por la espalda y un cabezazo que le dejó al portero tendido en el suelo».
«En la primera vuelta nos hicieron allí una encerrona y aquí han ido a por nosotros desde el primer minuto, insultando, escupiendo y con comentarios racistas y discriminatorios. Nos han intentado provocar en la entrada de vestuarios al final del partido hasta tal punto que han golpeado a un compañero dejándolo inconsciente en nuestro parking», recogía este medio como declaraciones de un jugador del filial.
También en 2017 saltó a los medios nacionales el Adarve pues su entonces técnico del juvenil, Óscar Fernández, elegido en verano para sustituir en el primer equipo a Cea, según apuntaba ABC en un partido ante el Diocesanos «en el minuto 93 y con empate en el marcador, el técnico entraba en el campo para cortar un contragolpe del conjunto abulense y, ante las protestas de un jugador visitante, reaccionaba tirándole al suelo con un empujón».
Ya más alejado en el tiempo, en 2014, un partido frente a Los Yébenes fue suspendido temporalmente, según señala El Mundo, porque un grupo de aficionados del Adarve «comenzó a tirar botellas y otros objetos al interior del campo y a increpar al árbitro y a los seguidores del equipo contrario».
Múltiples capítulos de una hemeroteca negra en la que ahora entra también la Cultural.
La Cultural, sólo el último ‘cadáver en la cuneta’ del Adarve
El episodio de la crema en los ojos se une a las denuncias por inundar o ‘convertir en sauna’ los vestuarios, palizas tras un encuentro o falsas amenazas de bomba
28/02/2019
Actualizado a
18/09/2019

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