Carlos Mondelo fue uno de esos luchadores cuyo nombre suena por los corros desde niño, en la base hacía cosas llamativas, tenía mucha calidad, ganaba con suficiencia. En un ribera contra montaña, el celebrado en Quintana de Rueda, su nombre asaltó los cielos al ganar el mazapán del luchador que más rivales tiró con la impresionante cifra de 12 luchadores de la montaña derrotados... Y desapareció, se fue al fútbol. Tras unos años en blanco —en la lucha— regresó la temporada pasada como homenaje a su amigo y compañero Jorge Iglesias, con la convicción de que le dedicaría un corro. Y lo logró, en una tarde grande, en Prioro. Este fin de semana ha formado parte de expedición que defendió ‘los colores’ de la lucha leonesa en el Europeo de Luchas Celtas y más no se le puede pedir pues sumó las dos medallas de oro, a las dos modalidades, back hold y gouren. Curiosamente está viendo un partido de fútbol...
–¿No estarás pensando en volver a dejar la lucha para irte al fútbol?
– No, para nada. El fútbol me gusta, veo partidos, pero mi decisión ya está muy clara: la lucha leonesa, es mi deporte, sin duda.
– ¿Qué ocurrió hace unos años cuando dejaste la lucha después de la que podría haber sido tu mejor tarde en el Ribera contra Montaña?
– Un poco de todo. Se sumaron varias cosas. En base se podía decir que ya no me hacía ilusión ganar, no quiero que suene a chulería pero ganaba casi todo; había un cierto cansancio, cosas que no me gustaban, estudios... pero te digo una cosa, aunque estaba en el fútbol la lucha siempre estuvo ahí, muy presente, luchaba con mi hermano...
– Hasta que aquel día en el que, absolutamente destrozado por el dolor de la pérdida de tu amigo Jorge Iglesias, prometiste volver en su honor, para dedicarle un corro.
– Sí, fue así. Fue muy dura su pérdida, tan inesperada, cruel. Y es cierto que me hice esa promesa.
– Que cumpliste en el corro de Prioro, curiosamente el que llaman la Catedral, uno de los mejores sitios posibles para lograrlo.
– Fue emocionante, súper emocionante. En Prioro, uno de los corros que más me gustan, la victoria, lloré, encontrarme después con mi madre...
– ¿Feliz con el regreso a la lucha?
– Esa es la palabra, feliz de nuevo en la lucha leonesa.
– Y ahora ha llegado un Europeo de Luchas Celtas con dos medallas de oro.
– Salió todo muy bien. Aunque las dos estuvieron muy competidas con el bretón. Curiosamente a la lucha más parecida a la nuestra, la back hold, pasé un momento muy complicad que pude solventar con las armas de la lucha leonesa. Y a la gouren, la suya, me manejé mejor.
– ¿Como valoras la experiencia?
– Yo creo que fue una experiencia muy positiva como equipo y que nos servirá de cara al futuro...
– Y ahora a la leonesa, que llega la Liga ¿Cómo la afrontas?
– Con muchas ganas, muy animado. Haber entrenado para las Celtas hace que me encuentre mejor. Tuve que bajar para entrar en menos de 62 kilos y ahora puedo coger algo
de peso para acercarme al límite, aprovecharé para darle alguna alegría al estómago,
– ¿Qué rivales ves más fuertes?
– Flori (Florián Yugueros) es el campeón actual y ahí sigue; Sergio es un fenómeno, hay chavales que vienen de juveniles que son muy buenos y nunca falta algún veterano que nos complicará la vida. Creo que va a ser un año muy interesante en ligeros.
– ¿Y Carlitos Mondelo?
– Yo voy a por todas.
– ¿Qué corros te gustan más?
– Prioro, claro. También Riaño, Liegos y ‘los míos’, los de la Sobarriba. Me gustaría ganar en Valdefresno.
– ¿Y en qué luchadores te fijas más para aprender?
– La verdad es que me fijo en todos, quiero aprender de cada uno alguna cosa; pero claro que hay algunos que son mis referentes. El primero mi entrenador y un grande, Clemente Fuertes, El Junco, esos voleos, la cadera... todo. Y además de él siempre me encantó El Divino y me fijaba mucho en Ibán Sánchez, El Guerrerín.