Lo cierto es que esta situación, la de tener que esperar a la última fecha para conocer el nombre del campeón, no es demasiado habitual, ya que ha ocurrido en 39 ocasiones de las 89 temporadas en las que se ha disputado la competición, vigente desde 1928 aunque con tres años de parón debido a la Guerra Civil.
Una de las temporadas en las que eso ocurrió fue en la 1955/1956 la única en la que un equipo de la provincia de León, la Cultural y Deportiva Leonesa, disputó la máxima categoría del fútbol nacional, dándose la casualidad de que La Puentecilla fue uno de los dos campos a los que miró toda España para conocer cuál sería el campeón de aquella campaña.
Los leoneses cerraron en ese partido y ante una Puentecilla llena su única participación en PrimeraA esa última jornada llegó la Cultural ya descendida, con 10 puntos menos que Las Palmas y Alavés, que marcaban la promoción y 11 con el Celta, el último equipo que lograba la permanencia directa en una liga que entonces era de 16 equipos. Sin embargo, aún tenía algo que decir el equipo leonés, que recibía en la última jornada a un Barcelona que llegaba con opciones de hacerse con la liga aunque dependiendo de lo que hiciera el Athletic de Bilbao, que recibía al Valladolid.
Así, en una tarde lluviosa y con La Puentecilla a reventar para ver a la Cultural medirse a un Barça que no contó con Kubala, pero sí con Ramallets o, sobre todo, con todo un balón de oro como Luis Suárez, que a la postre haría el gol de la victoria. Formó la Cultural con Amaro, Foces, Ponte, Barragán, Vallejo, Rabadán, Barbeito, Pueyo, Chas, López y Miche, que según cuentan las crónicas salieron al campo a cerrar la temporada con el buen sabor de boca de ganarle a todo un Barcelona sin importarles lo que se jugaba.
Con los visitantes quejándose del estado del césped, embarrado por la lluvia caída, Ramallets tuvo que salvar en varias ocasiones a su equipo. López y Chas pueden marcar para los leoneses, que dominan hasta antes del descanso, cuando Suárez, Villaverde y Areta ponen en apuros al guardameta local Amaro.
El cántaro fue tanto a la fuente que terminó rompiéndose con un disparo de Luis Suárez que hacía un extraño y superaba a Amaro, si bien los leoneses tuvieron hasta el final opciones de empatar, salvando de nuevo Ramallets el tanto de Pueyo.
Una tarde de esas de transistores que, como todo en la época, se aleja de lo que ocurre hoy, así que los jugadores del Barcelona se enteraban del resultado del Athletic de Bilbao al final del encuentro contra la Cultural, que tras superar con mucha claridad al Valladolid (3-0) celebraba el título de liga para decepción de los jugadores blaugranas en La Puentecilla, que lamentaban lo ocurrido y alababan a la Cultural por su partido.