
Los burgaleses, situados en antepenúltima posición y que llegaban a tres puntos de la salvación sin contar arrastres, dejaron claro que se jugaban la vida y no se fueron nunca del encuentro por complicado que se les pusiera.
Y es que, a los 25 minutos, Varo puso por delante a los bañezanos, que llegaban una vez tras otra a la meta rival.
Pero no hubo sentencia y, en los primeros instantes de la segunda mitad, Pekas puso en el marcador un 1-1 que ya no se movería en los minutos finales de una segunda parte en la que el partido se volvió más bronco y el colegiado sacó seis amarillas, cinco de ellas para el equipo local.