El Bierzo es una región muy pequeña, pero llena de gente trabajadora, humilde y, sobre todo, guerrera y con garra. Javier García es un futbolista nacido en Cubillos del Sil que por circunstancias de la vida ha terminado jugando en muchos sitios, desde ‘su’ Bierzo hasta Noruega, pasando por Islandia. Un jugador que está viendo cómo se cumple ese sueño de niño que muchos tienen, pero que muy pocos consiguen, poder conseguir grandes cosas en el mundo del fútbol. Él comienza en su Cubillos natal como cualquier niño en el patio del colegio, sin una afición excesiva por el fútbol ni de su hermano ni padre. Todo comenzó por diversión y la diversión le ha llevado a vivir las mejores experiencias en su vida, tanto en lo deportivo como en lo personal.
"En el ascenso con Vélez conseguí uno de mis retos que era vivir un ascenso en el mundo del fútbol, fue bonito"
No obstante su andadura en el mundo del fútbol federado llegó muy tarde, no disputó ninguna categoría de fútbol 7 y comenzó a jugar directamente en Cadetes con 15 años en el Cubillos. Durante esa temporada la Ponferradina se fija en él y lo ficha para sus categorías inferiores, aunque en los próximos años acabaría debutando en Segunda ‘B’ en la temporada 16/17 y estando en dinámica del primer equipo durante los años de la Deportiva en Segunda División. Un chico tan joven que se convirtió en uno de los pocos canteranos bercianos que ha llegado al primer equipo y ha disputado varios partidos. "Para un canterano es difícil hacerse con un puesto en un equipo de Segunda ‘B’ y más tras un descenso que el club tiene la mentalidad de volver a subir ese año, sin tirar de jugadores de cantera y fichando a gente con más experiencia en la categoría. Como está ocurriendo ahora con el descenso a Primera Federación, no hay canteranos, hay mucho nivel en la plantilla y es complicado".
Tras su gran aventura en la Deportiva con la consigue disputar 3 partidos en Segunda ‘B’ en la temporada 16/17 Racing de Santander, Palencia Balompié en el que sale de titular y Pontevedra, jugando en todos más de 30 minutos. En la 17/18 entra como suplente en otros dos partidos, Cerceda y Fuenlabrada, donde juega junto a dos compañeros del filial. Una vez finalizada su etapa como blanquiazul pasa por equipo como Bembibre, Astorga, Arandina o Vélez en Andalucía. "Son experiencias que me vinieron muy bien para coger minutos y experiencia en la categoría que era muy dura. Tanto en Bembibre como Astorga los recuerdo con mucho cariño, Arandina fue más difícil por problemas en el club con impagos y demás. El año en Vélez fue increíble y terminamos ascendiendo a Segunda Federación".
No continúa en Vélez ni él ni muchos de sus compañeros debido a la directiva. Tenían la confianza del entrenador y muchos de los jugadores contaban con la renovación, pero el club pertenece a unos suecos y decidieron echar al entrenador, a pesar de conseguir un ascenso, después de no habérselo marcada a principio de temporada. "Cuando decidieron destituir al míster, la directiva decidió que la plantilla debía ser renovada y no nos renovaron a ninguno, fue una pena, porque conseguimos el ascenso y nos merecíamos disfrutar de la categoría".
Cuando no renueva con Vélez intentó buscar algún equipo nuevo por España que le motivase y es cuando decidió salir fuera. "Busqué algo que me motivase y decidí irme a Islandia, donde había más españoles, era un buena opción y sabía que con el inglés no iba a tener ningún problema". Allí las temporadas no son como en España, se juegan de abril a septiembre y muchos de los campos están cubierto, es como si fuera fútbol sala, de hecho el de su equipo el Leiknir tenía esta peculiaridad. "Jugar en campos cerrados no cambia demasiado, lo hacen más que nada por el aire y el fuerte viento, no es tanto por las temperaturas. Es diferente, la pelota puede tocar el techo, pero te acabas adaptando. No me arrepiento de irme a Islandia, ni mucho menos".
"Islandia fue diferente, pero llegué muy motivado, no solo por el fútbol, sino por ser un nuevo país y cultura"
Tras una temporada entera en Islandia, Javi buscó nuevos retos y acabó en un país más grande, algo diferente a Islandia, es cuando recibió la oferta del Elverum y no lo dudó. "Buscaba un país más grande, me salió esa oportunidad, cerca de Oslo del aeropuerto en una zona muy buena y no me lo pensé. Eso sí, salir de allí fue más duro por la gente, hicimos un buen grupo tanto jugadores como cuerpo técnico". Dejó el equipo a mitad de temporada en un parón veraniego que hace la liga noruega, sin conseguir el objetivo que se había marcado la plantilla. "Fue una temporada dura a nivel futbolístico queríamos conseguir el ascenso y ahora cuando yo salí a mitad de temporada era casi imposible, ya que los dos primeros nos llevaban mucha ventaja".
Entre el fútbol en estos países nórdicos y España sí que dice haber sentido diferencia, desde su experiencia en Tercera División y en Segunda ‘B’. "Hay diferencia a nivel técnico y táctico, sobre todo, respecto a Segunda ‘B’, ahora si hablamos de Tercera Federación o la antigua Tercera División, no noto tanto la diferencia técnica o física, pero sí la táctica, al final son países con poca población y no hay tanto entrenadores para formarse".
"Cuándo te vas fuera también valoras cómo te tratan, desde el primer día me sentí como en casa"
Ahora tras unos años fuera ha decidido volver a casa, a España, concretamente, Galicia, para poder seguir disfrutando del fútbol, pero más cerca de su gente. "En Noruega estaba muy bien, pero el objetivo a nivel de club era imposible e intenté volver a España. La Tercera Federación gallega es una categoría que me llamaba la atención, una liga muy competitiva, además me estoy formando como entrenador y aquí voy a tener la oportunidad".Ha fichado por el Barbadás un pequeño club de Galicia que acaba de volver a ascender a Tercera Federación, antes Tercera División, y en el que el objetivo principal será conseguir la permanencia debido a los grandes equipos que hay en la categoría. "Somos un equipo recién ascendido, pero tenemos buen grupo, será un año bonito, duro y espero disfrutar. Es una comunidad que me llama mucho la atención, lo que más me gusta es estar un tiempo fuera de casa y poder regresar a El Bierzo. Es cierto que no cierro ninguna puerta a volver a jugar todavía más cerca de casa como lo hice antes o irme de nuevo al extranjero. Con una de las cosas que más disfruto es cuando estoy fuera y regreso".
El mundo del fútbol no solo es la Primera o la Segunda División. Es un deporte que tiene mucho más, es una forma de vivir que poca gente entiende y que muchas veces te permite y te enseña a conocer otras culturas o países. Javi fue valiente, sí, pero a cambio tuvo la mejor recompensa posible, conocer gente y dos países que nunca olvidará y todo ello gracias al fútbol.