Caretas en la grada... y con Lucas en el campo

La iniciativa de las máscaras de Ribeiro llenó las calles de Éibar y la grada visitante de Ipurúa de ellas, poniéndoselas todos en el minuto 15 por el dorsal de un jugador que acabó celebrando la victoria enmascarado

07/12/2025
 Actualizado a 07/12/2025
Lucas Ribeiro celebra el triunfo con una de sus caretas. | LALIGA
Lucas Ribeiro celebra el triunfo con una de sus caretas. | LALIGA

'Están locos estos leoneses', pensaría algún aficionado en Éibar cuando durante la tarde de este domingo se encontrara en una de las céntricas plazas de la ciudad a centenares de aficionados de la Cultural con las caretas de Lucas Ribeiro puestas.

Pero bendita locura la de una hinchada más viva que nunca y donde la iniciativa de un grupo de seguidores, de ir más allá con la iniciativa de tres culturalistas en Cádiz de hacer unas máscaras del extremo brasileño, fue un éxito que dio color a una grada leonesa que no dejó de animar.

Quedaron para repartirlas fuera, se veían en la cabeza en la grada y, aunque no pudieron ponérselas en un gol de Lucas porque este no llegó, sí lo hicieron en el minuto 15, por ser el dorsal del jugador.

Al grito de 'tres, dos, uno...' recibieron el minuto 15, durante el que gritaron 'Ribeiro, Ribeiro...', despidiendo al jugador con un 'Ribeiro quédate'

Ahí se recibió con un 'tres, dos, uno...' y gran parte de los 500 hinchas culturalistas se pusieron la careta y empezaron a gritar 'Ribeiro, Ribeiro, Ribeiro...', desatando la locura en Ipurúa y la extrañeza en la afición local y medios nacionales que narraban el encuentro.

Hubo caretas en la grada... y en el campo, puesto que el gran protagonista de la iniciativa, Lucas Ribeiro, acabó celebrando la brillante victoria culturalista con una de ellas puesta, puesto que les lanzaron algunas máscaras a los jugadores desde la grada y, si Ojeda o Barzic la cogieron y se le dejaron colgada, el brasileño directamente se la puso para festejar con ello un triunfo que es oro puro, despiéndole la hinchada con gritos de 'Ribeiro, quédate'.

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