Estaba a los mandos de la última Cultural que logró el ascenso a Segunda y su estrecha relación con León hace que haya seguido desde entonces siempre muy de cerca al equipo leonés.
Es el técnico Rubén de la Barrera, que sobre la forma de afrontar una semana así explica que «debes hacerlo desde lo único que queremos que pase, que son cosas buenas, lo de imaginarse o verse en situaciones malas no tiene cabida en la preparación del último día. Esto va de construir merecimientos, atendiendo a variables emocionales y psicológicas que van a tener su peso, pero no deja de ser un partido de fútbol y no debería distar tanto de como preparar por ejemplo el del Barakaldo».
¿De lo que le diría a Llona? Señala que «no hay consejos, por mucho que uno haya vivido una situación que sea parecida o con el mismo contxto, hay que estar en el sitio y conviviendo con esa gente en ese tiempo. Lo que que sí le diría es que disfrute de la preparación y del momento».
¿Lo consiguió hacer él? «Yo a partes iguales lo sufrí y disfruté. Es un día en el que te preparas a conciencia por si el rival hace cosas que hasta la fecha no hizo, pero no puedes transmitir locura, porque la totalidad de las personas de jugadores, personal y afición ya van a tener bastante que gestionar, lo que obliga a tener un autocontrol y una autogestión mental tuya de la situación».
¿Sobre el choque en sí? De la Barrera cree que «va a ser un buen partido, la Cultural tiene sus ideas muy claras y el Andorra ha recuperado en las últimas semanas bastantes matices de aquel al que yo me enfrenté con el Albacete. Se podían dar dos escenarios y el otro, el de que se hubiese jugado la liga en León, le hubiera dado un condicionante diferente. Creo que la Cultural tiene argumentos para conseguirlo, para hacer lo que viene haciendo durante prácticamente toda la temporada y ganar el partido».