
Por muy favorito y superior que seas, los partidos hay que sacarlos adelante. Y cuando además eres consciente de esa diferencia de nivel que te obliga a ganar, a nivel mental se puede convertir en un hándicap que haga que se te complique el partido y aumenten las opciones de dar la sorpresa.
Para el Ademar era uno de esos días. En una Copa del Rey que para los leoneses tiene una importancia vital, pues es su última bala para Europa, el primer rival era un rival de media tabla de Plata como Alcobendas, que se había ido cargando rivales de Asobal hasta plantarse en la ‘final a ocho’.
Era un día de esos con mucho a perder y poco a ganar, pues estás obligado a sacarlo adelante. Y los leoneses lo hicieron. Pusieron la directa a semifinales, donde este sábado a partir de las 19:30 horas se jugarán a 60 minutos la presencia o no en competición europea la próxima temporada, tras imponerse por un contundente 29-37 al Alcobendas en un encuentro que tenían ya totalmente sentenciado mediada la segunda parte, lo que les permitió guardar fuerzas pensando en el choque frente al ganador del Bidasoa-Torrelavega.
Guion ideal y al que no parecía apuntar el encuentro en su inicio, que terminó siendo un espejismo pero despertó todos los fantasmas. Porque en un visto y no visto, Ademar se veía cuatro abajo (8-4) en el marcador, con el Alcobendas metiendo todos sus lanzamientos y creciéndose por momentos.
Sergio se colocó de avanzado con 11-10 y secó a Alcobendas. Ademar se fue ya de 4 al descanso y sentenció tras él
Sin embargo, poco a poco el guion empezó a cambiar. La efectividad de los madrileños, que era imposible de mantener, comenzó a bajar, ayudada por la salida de Saeid en portería. Y el ataque ademarista empezó a encontrar espacios, conectando bien con los pivotes y forzando muchísimos penaltis en los que Carlos Álvarez (que acabó con ocho tantos como el máximo goleador) se mostraba totalmente infalible.
Pero lo que varió por completo el choque fue el cambio a defensa 5-1, con un Sergio Sánchez estelar en el avanzado. Con 11-10 en el marcador en el 21 de la primera parte optó por esa variante Dani Gordo y la realidad es que, 20 minutos después, el Ademar tenía ya el choque sentenciado.
Cortocircuitó el ataque estático de los madrileños esa variante, permitiendo además a los leoneses correr y marcar goles fáciles, con especial protagonismo para ese mismo Sergio Sánchez letal en las transiciones y que acababa con siete goles.
Con 24-30 a 10 del final, el Ademar acabó de sentenciar ante el ataque de 7 rival con 2 goles de Álvaro a puerta vacía
Así, yendo a gol por minuto para marcar 9 en los 9 finales de la primera parte, el conjunto leonés ya se marchaba cuatro arriba (14-18) al descanso, iniciando la segunda parte con el mismo panorama con el que había terminado la primera para ponerse con ello en su ecuador con ocho goles de renta (21-29) que unido a la diferencia entre los equipos dejaba el choque totalmente sentenciado.
Aún así no se rindió Alcobendas, cuya última esperanza murió con el 24-30 a diez minutos del final. Porque ahí, con balón para ponerse a cinco e intentar meter el miedo en el cuerpo de nuevo al Ademar, su ataque con siete jugadores cometió dos errores que no perdonaron los leoneses, con dos goles seguidos desde su portería de Álvaro Pérez que devolvían los ocho de renta (24-32) y permitían sentar a los jugadores con más minutos en la recta final.