
Ocho temporadas seguidas llevan las bercianas en la máxima categoría. Ocho años en los que, siempre con uno de los presupuestos más bajos, conseguían el objetivo de la salvación e incluso acababan compitiendo con los grandes ‘colosos’ en la zona alta de la tabla.
Fue el caso de la inolvidable temporada 2013-14 en la que el Bembibre, de la mano de un ‘Chiqui’ Barros que seguía aún en el banquillo tras lograr también el ascenso dos años antes, consiguió meterse en el ‘playoff’ por el título y se quedó en semifinales a sólo un partido de meterse en la final.
Un logro tremendo de un equipo que se coló entre los cuatro mejores de España y metió el miedo en el cuerpo al Perfumerías Avenida. Una plantilla en la que muchos integrantes alcanzaron su mejor versión pero en la que la líder fue sin duda la pívot canaria Rita Montenegro, quizá la mejor de historia de un Bembibre en el que militó 10 temporadas y en el que ese año firmó más de 13 puntos y 8 rebotes por encuentro, doblando en valoración a todas las jugadoras excepto a sus dos grandes escuderas: su compañera en el juego interior, la letona Dita Liepkalne; y la base Anna Gómez, que se echó la manija del equipo a sus espaldas.
Roso Buch, Melissa Dennett, Eli Vivas, Orla O’Reilly y Daniela Peteva completaban la columna vertebral de un equipo que había ‘cortado’ en febrero a la nigeriana Madu y en el que ayudaban aunque normalmente sin minutos las jóvenes Sandra Cereijo, Arrate Herrezuelo y Alba González.
El Bembibre ganó al Avenida para meterse en ‘playoff’ y llevó al último partido a las salmantinas en semifinales Con esos mimbres terminó el Bembibre cuarto la liga regular tras ganar en la última jornada al líder, el Perfumerías Avenida, por un solo punto (75-76) y tras una gran remontada. Porque las de Barros, que perdían de 12 mediado el tercer cuarto, le daban la vuelta al choque en el tramo final y, con un tiro libre de Peteva en la última jugada, acababan citándose con las salmantinas en las semifinales de la Liga Femenina.
No se jugaban nada ese día las salmantinas ese día y eran clarísimas favoritas en el cruce, que era al mejor de tres partidos, pero Bembibre las llevó al límite y rozó la campanada. De hecho estuvo a punto de dar la sorpresa de nuevo en el primer encuentro, cayendo de sólo tres puntos (72-69) en Salamanca tras un final de infarto en el que un triple de Liepkane y un tiro libre de Rosó las puso por delante (68-69) en el último minuto, pero no pudieron rematar la faena y tras fallar Anna Gómez un triple sobre la bocina perdieron.
De la amenaza a los hechos pasó en el Bembibre Arena la escuadra berciana, que fue por delante durante todo el partido y esta vez sí supo resolver gracias al acierto desde los tiros libres un final igualado para vencer 68-65.
Con Rivas, a la postre campeón, esperando ya en la final, el Bembibre estaba a un paso de la gloria. Sin embargo no tuvo opciones de ella, pues pagó el cansancio acumulado al usar sólo ocho jugadoras en la rotación y cayó por un contundente 92-54 que no mermó el mérito de una increíble campaña.