Artigue: "La escribí tras un año entrando y saliendo de un largo coma"

Luis Artigue, uno de los tipos más singulares e imprevisibles de la literatura leonesa, que ya es mucho decir, regresa con una novela, muy suya: ‘Donde siempre es medianoche’, una historia que alumbró después de un hecho que marcó su vida, un largo coma de un año

Fulgencio Fernández
01/03/2018
 Actualizado a 16/09/2019
Luis Artigue. | SANTOS PERANDONES
Luis Artigue. | SANTOS PERANDONES
Siempre se espera algo nuevo, sorprendente, de las novelas de Luis Artigue. Y más después de la celebrada Club de La Sorbona. Por eso están las miradas puestas en esa Donde siempre es medianoche que este jueves presenta (20 horas, Salón de los Reyes del antiguo Ayuntamiento). Y parece que no va a defraudar con esta historia que al definir el género dice ‘novela, humor, gótica’. Una historia de «corte fantástico con humor neurótico» por cuyas páginas andan unfotoperiodista de guerra —El Sabueso Informático en la novela—, una bella y calculadora mujer experta en matemáticas, que fuera en la adolescencia común el primer oscuro objeto de deseo del Sabueso —la única que tiene nombre propio, Elisabeta—; el ex-marido de Elisabeta, catedrático de Astrofísica con imagen de canalla sexy —El Catedrático—; un tipo cortés, excéntrico, poderoso y morboso que dirige el Hotel-Penitenciaria del Castillo de Pontecorvo, que habla sobre las torturas con gesto de éxtasis. Da miedo. Y lo sabe —El Alcaide—; y los parroquianos de los bares de Silenza y confidentes del Sabueso — Los Borrachos—. Todo ello ocurre en la imaginaria ciudad italiana de Silenza, una ciudad llena de arte, belleza, signos y vestigios del pasado, edificios insignes, pasta fresca y estudiantes vitales, pero que convive con otra Silenza escondida, una ciudad cruel con protestas sangrientas, matonismo vecinal, saqueos, represión brutal, sectas apocalípticas, gobernantes sin escrúpulos, villanos complejos y autos de fe televisados ejecutados con demorado sadismo. Hay en sus calles miedo y desesperación, y turistas a los que les da morbo el miedo y la desesperación, y sectas... y un crimen sin resolver. .. Y Artigue.

- ¿Cómo nace esta insólita historia que defines como una novela negra con factura de comedia de terror gótico localizada en una ciudad fantasmagórica en la que siempre es de noche?
- Hay una experiencia clave en mi biografía de la que me cuesta hablarpero que me ha marcado como escritor y como persona: a los 17 años, un día antes del examen de selectividad, sufrí un ictus hemorrágico que me sumió en un prolongado e interino coma. Fui ingresado en el hospital de León pero mi siguiente recuerdo cabal es un año después, cuando desperté enel Hospital Ramón y Cajal de Madrid, con la mitad izquierda de mi cuerpo paralizada y sin poder casi comunicarme. Sin embargo mi familia y los médicos estaban bailando alrededor de la cama porque había despertado... Desde aquel calvario neurológico me intriga la oscuridad (la externa, por supuesto, pero sobre todo la interna) creo que el miedo por excelencia es el miedo al misterio de la oscuridad, y que nuestro modo de enfrentarnos a la oscuridad da la medida de lo que somos de verdad... Por eso he escrito esta novela sobre una oscuridad urbana extrema que, como el coma, cuando deja de producir terror, hasta hace reír: una novela de humor neurótico con impregnaciones del género negro, y del género gótico, pero que también tiene una lectura política que atañe a esta crisis económica que aún nos acorrala... En el fondo esta novela nocturna es una estrategia para despertar.

Y para ello reconoce que ha querido hacer una mezcla de géneros «porque la hibridezproduce intensidad, y en esencia el psicoanálisis es un género literario más. En sentido, siempre he pensado que Freud es un demiurgo de la cultura, y que el psicoanálisis es un gran instrumento para el conocimiento humano, y al mismo tiempo una fuente inagotable de metáforas (otra cosa es que logre curar a alguien)».

Más datos, más historias, este jueves por la tarde y, sobre todo, en la novela.
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