Vespino, una leyenda española de 50 años

Más de 150 ciclomotores de esta marca fabricada en Madrid a partir de 1968 se dieron cita en La Bañeza para celebrar el aniversario y realizar una concentración

P.J. Abajo
13/05/2018
 Actualizado a 18/09/2019
La Plaza Mayor acogió el encuentro de ciclomotores Vespino en el que además de bañezanos y gente de la comarca hubo madrileños y asturianos. | ABAJO
La Plaza Mayor acogió el encuentro de ciclomotores Vespino en el que además de bañezanos y gente de la comarca hubo madrileños y asturianos. | ABAJO
Si históricamente se ha considerado al Seat 600 como el coche «que motorizó a España», el Vespino es para la generación nacida entre los años 60 y 70 el vehículo que llevó sobre ruedas a la juventud de la época. Este año se celebra el 50 aniversario de la puesta en circulación del primer Vespino –el hermano pequeño de la Vespa que rodaba por las calles españolas desde 1953– y para celebrarlo La Bañeza acogió este fin de semana una concentración con más de 150 unidades de este emblemático ciclomotor que continúa gozando de una enorme popularidad.

A pesar de que dejó de fabricarse en 1999, todavía siguen rodando por las calles de las ciudades españolas y en el mundo rural cientos de ciclomotores de una marca que representaba la libertad de desplazamiento para la juventud de los sesenta, setenta y ochenta, siendo uno de los principales hitos en la historia de un producto con marchamo ibérico que salió al mercado el 19 de febrero de 1968 por un precio de 9.750 pesetas (58,60 euros).

Poco podía imaginarse entonces el empresario italiano del motor Enrico Piaggio que su delegación española, forjada al amparo del Instituto Nacional de Industria y la mediación del Banco Urquijo, iba a alumbrar la creación de un ciclomotor revolucionario porque incorporaba soluciones técnicas muy avanzadas para la época y a un precio más que asequible.

Además de los bañezanos y de la gente de la comarca que aún conserva y utiliza con frecuencia su Vespino –la mayoría vendidos y reparados por Melchor del Río, que fue el representante de la marca en su famoso Garaje España donde se vendieron unas 4.600 unidades en tres décadas–, La Bañeza citó ayer a amantes de la marca llegados desde distintos puntos de la geografía nacional como Asturias, Galicia o Madrid.

Así, al cumplirse el cincuenta aniversario de la salida al mercado de este ciclomotor y en la tercera edición de una concentración que nació en 2016 como homenaje a este sencillo vehículo de dos ruedas que logró convertirse en una leyenda, La Bañeza volvió a tener como banda sonora de la jornada aquel zumbido peculiar, único e intransferible que emitía su escape. Y olor a gasolina.
Archivado en
Lo más leído