Las localidades de Vegas y Villanueva del Condado volvieron a celebrar este día 10, como cada segundo sábado del mes de mayo, la tradicional romería de Villasfrías en la ermita que se encuentra medio camino entre ambos pueblos. Como manda la tradición, a primera hora de la mañana de cada uno de los dos pueblos salió su respectivo pendón, portado por los mozos de la localidad. Una de las novedades de este año es queVegas estrenaba pendón, que ha sido conseguido gracias a las gestiones y el esfuerzo de la junta vecinal y que es un metro más grande que la anterior. Como señal de la buena relación entre ambos pueblos, algunos mozos de Villanueva lo portaron durante unos instantes.
Los pendones de ambas localidades se saludaron frente al templo, como cada año, en el trance denominado ‘beso de los pendones’, antes de dar inicio a la misa, una vez que la imagen de la mencionada Virgen de Villasfrías fue portada hasta el interior de la ermita en hombros de cuatro mujeres de Villanueva, en esta ocasión.
La amenaza de lluvia hizo que acudiera mucha menos gente de lo habitual, y se había ya instalado una carpa para poder disfrutar de la fiesta, aunque finalmente la lluvia no apareció y permitió desarrollar los actos programados con normalidad aunque en una jornada ciertamente desapacible
La banda sonora corrió a cargo de una agrupación de gaitas y el matrimonio en quien este año recayó la responsabilidad de actuar como mayordomos, cargo que se reparte alternativamente entre Vegas y Villanueva y a quienes corresponde el cuidado y la limpieza de la ermita de cara a la romería celebrada este sábado, fue el formado por Lucio Robles Robles y Cristina Robles López, de Villanueva del Condado.
Tras la celebración de la tradicional eucaristía, se procedió al reparto de alubias, como cada año, situándose los vecinos de cada uno de los pueblos a uno de los lados de la ermita. Como suele ser habitual, hubo opiniones para todos los gustos en torno a las de qué pueblo estaban más sabrosas este año.