El objetivo del programa, que se prolongará durante cuatro años, será contribuir al desarrollo autonómico con la mejora de la innovación, la especialización inteligente, la formación del profesorado con movilidad y los intercambios de experiencias entre los profesionales europeos y las estrategias de colaboración público-privadas en el sector del hábitat, así como aportar personal cualificado a las empresas.
En concreto, los centros integrados de Formación Profesional (CIFP) ‘Tecnológico Industrial’ de León y ‘Pico Frentes’ en Soria formarán parte de la red europea de centros de excelencia profesional, junto a otros como el Centro Tecnológico del Mueble y la Madera de Murcia y once centros e instituciones de excelencia de Portugal, Austria, Grecia, Alemania y Moldavia, incluyendo entre ellos las universidades de Aveiro, Salzburgo y Tesalia. En total, 19 socios formarán parte del proyecto de cooperación internacional para trabajar en el desarrollo de ecosistemas de capacidad del sector.
El proyecto que lidera la Comunidad es uno de los diez seleccionados por la Comisión Europea de entre los más de cien que se presentaron a la convocatoria en concurrencia competitiva. De ahí que la consejera de Educación, Rocío Lucas, reconociera hoy que es un reto “difícil” pero subrayó que la Junta lo afronta con “ilusión” y “esperanza”, al confiar en el potencial y la calidad del sistema de Formación Profesional de Castilla y León.
Lucas destacó, según recogió la Agencia Ical, que este proyecto supondrá “un antes y un después” en la FP de la Comunidad al ser un “hito histórico” por ser referencia en centros europeos. “Supondrá un paso importante para posicionar la Formación Profesional de Castilla y León en la vanguardia europea de la excelencia de este tipo de sistemas educativos. La excelencia significa ir más allá de lo que pide el usuario de un servicio y en la FP implica ir más allá de la impartición de unas enseñanzas en un centro docente. Conlleva la adaptación y el ajuste permanente de la oferta formativa a las necesidades del alumno y del tejido productivo”, añadió.
El sector hábitat también valoró el proyecto por la capacidad de la transferencia del conocimiento de los centros educativos a la empresa, por que se busca desarrollar al máximo la empleabilidad del alumno y facilitar su inserción en el mercado laboral.
Y es que la Consejería ha ido de la mano de los socios locales como el Clúster de Construcción Eficiente (Aeice), Cesefor, el Instituto para el Fomento del Desarrollo y la Formación (Infodef), el Instituto de la Construcción de Castilla y León y la Fundación Laboral de la Construcción. De esta manera, se cubren las actividades en los ámbitos de la enseñanza y el aprendizaje, la cooperación y partenariado y la cogobernanza y la financiación.
Sector “muy transversal”
No en vano, es un sector “muy transversal” que abarca numerosas especialidades como la construcción, el mueble, el textil hogar, la iluminación y la cerámica y el baño pero también las materias primas y la transformación, las instalaciones que acompañan a la construcción y la obra civil, el reciclado de materiales, instalaciones y mantenimiento, la administración y gestión, forestal y las energías renovables, entre otras. El director general de Formación Profesional y Régimen Especial, Agustín Sigüenza, apuntó que 14 de las 43 familias profesionales de FP existentes en Castilla y León, por lo que más de la mitad de los 43.000 alumnos matriculados podría verse beneficiado con este proyecto, además de todo el personal docente que podrá acogerse a la movilidad para conocer el funcionamiento de otros centros europeos.
En todo caso, la consejera dejó claro que este proyecto no es para crear nuevos ciclos de Formación Profesional, por lo que los cuatro millones de euros servirán para ser centro de referencia europea como intercambios y transferencia del conocimiento así como dimensionar la calidad del sistema de FP del Hábitat y que exista más vinculación entre esas familias profesionales y la empresas.
El director del clúster Aeice, Enrique Cobreros, calificó al proyecto europeo como “redondo” al suponer un éxito para Castilla y León después de aunar el sistema educativo y el sector. No en vano, explicó que responde a una necesidad real detectada por las empresas, tal y como recoge el Plan Sectorial del Hábitat, por que el sector tiene exigencias importantes de formación profesional. “Las necesidades del mercado hay que adecuarlas a la oferta de la FP con una revisión anual para tener siempre actualizada esa relación entre oferta y demanda”, significó.
Por su parte, Jesús Boyano, de Infodef, también coincidió que el proyecto se ajusta a las necesidades “claras” del sector de Castilla y León, ya que facilitará que la formación se preste tanto en los centros educativos como en las empresas.
Rocío Lucas consideró que el liderazgo de este proyecto europeo llega después de la fuerte apuesta de la Junta por un modelo de excelencia de los estudios de FP, enmarcado en el VI Plan General de Formación Profesional 2021-2025. También recordó que en 2020, coincidiendo con el lanzamiento de la iniciativa europea, la Consejería de Educación reguló la certificación de Centro de Excelencia Profesional, siendo la primera autonomía en poner en marcha un sello de excelencia. Un total de 55 centros educativos de la Comunidad posee ya este distintivo.
Posteriormente, se creó la red autonómica de centros de formación profesional con certificado de excelencia y, en 2021, entró a formar parte de la red internacional de excelencia ENE. El pasado año, tres centros integrados de FP de Castilla y León se sumaron a la red estatal creada ese mismo año por el Ministerio de Educación y Formación Profesional; el máximo que el Gobierno central admitía para cada comunidad autónoma.