Suárez-Quiñones señaló que la presente campaña puede ser complicada porque «las expectativas no son favorables». «Hay mucha sequía a pesar de las lluvias de finales de mayo y junio y los incendios pueden ser rápidos», advirtió. Aún así, recordó que la de 2022 estuvo marcada por «unas especiales condiciones meteorológicas, con altas temperaturas y tormentas secas eléctricas»que dieron pie a unos incendios «de condiciones hasta ahora desconocidas» y que afectaron notablemente a la comunidad. «Hubo unos comportamientos violentos, de propagación extrema, con unas velocidades y una energía ante la que ningún operativo en determinado momento puede ponerse delante, porque está fuera de la capacidad de extinción. Basta recordar esos 17 grandes incendios forestales que tuvo la comunidad», señaló.
Teniendo esto en cuenta, afirmó que si «ya el incendio de Navalacruz en el verano del año 21, en Ávila, conllevó una acción política de mejora de las capacidades del operativo», resultaba «lógico» que después del verano del año pasado este se haya incrementado» de forma «relevante» y que se hayan firmado «dos documentos importantes: el del acuerdo de la Comisión de Seguimiento del Diálogo Social de 27 de septiembre» y el «convenio colectivo del personal laboral de la Junta de Castilla y León que trasladó a ese ámbito del personal laboral alguna de esas mejoras que se habían acordado acometer en dicho acuerdo de diálogo social», dijo.
Una vez expuestos los dos escenarios, el de 2022 y el que se espera de cara a esta campaña, Suárez-Quiñones confió en mejorar el balance, en que la «sequía acumulada» se haya «moderado» por las lluvias de las últimas semanas y en que ese operativo mayor dimensionado sirvan en esa lucha anual contra los incendios forestales. Además de esos 4.715 profesionales (de los que 303 son ingenieros, 894 agentes medioambientales, celadores y otros, 1.469 trabajadores fijos discontinuos y otros, 516 trabajadores de cuadrillas helitransportadas, 1.285 trabajadores de cuadrillas de tratamientos selvícolas y 248 profesionales de tripulación de medios aéreos y retenes de maquinaria), la comunidad contará con 886 medios materiales terrestres y aéreos, con 10 centros de mando –nueve provinciales CPM y el autonómico CAM–, 271 puestos y cámaras de vigilancia, 325 autobombas y vehículos pick-up, 209 cuadrillas terrestres y helitransportadas y 37 retenes de maquinaria y bulldozer, además de 34 medios aéreos.
Mejoras de la campaña
Como novedades, avanzó también la renovación de los centros de mando en aquellos lugares en los que sea necesario, la mejora y ampliación del personal de dirección y coordinación con 40 nuevas plazas de técnicos de apoyo, la incorporación de analistas de planificación y comportamiento del fuego los grandes incendios o un nuevo servicio de ayuda a la organización de las radiocomunicaciones. También indicó que se sumarán 28 nuevas plazas de operador de control de mando, de modo que estos puedan dar un servicio permanente, las 24 horas del día, los 365 días del año. También habrá más cuadrillas nocturnas, más retenes, nuevas autobombas y mejores bases para estas, para los puestos de vigilancia y otras infraestructuras. Se ha comprado más material, renovado equipos y mejorado los sistemas de vigilancia y detección, así como la red de comunicaciones.Las cifras del inicio del año
El consejero ofreció también las cifras que han marcado el inicio de este año en lo que a incendios forestales se refiere. En los cinco primeros meses del año se han registrado algo más de medio millar de incendios, 532 en concreto, lo que supone un seis por ciento menos que la media de la última década, que se situó en 567, aunque se registró un aumento de los conatos, y de las más de 20.000 hectáreas que ardieron un total de 283 fueron de superficie arbolada. Estos pequeños incendios o conatos, considerados como tal los que afectan a una superficie menor de una hectárea, supusieron el 81 por ciento del total, sobre una media del 64 por ciento de los últimos diez años.Además, Suárez-Quiñones insistió en la importancia de la colaboración ciudadana, recordando que siguen siendo pocos los incendios que se producen por causas naturales, en torno a un 7 por ciento, mientras que el 93 por ciento restante son intencionados, ocasionados por la mano del hombre. Recordó también que todos y cada uno de ellos se investigan y avisó de que el Código Penal establece en estos casos «penas importantísimas», por lo que llamó a estar vigilantes y a cumplir las normas preventivas y de seguridad para evitar en la medida de lo posible que los fuegos sigan arrasando los montes.