Nada mejor que estar en pleno medio rural y a pie de campo para lograr una formación real y contribuir a su vez al desarrollo local del territorio. Esa es la ventaja que ofrece un año más el programa Campus Rural a un total de 24 estudiantes de la Universidad de León que tienen la oportunidad durante tres meses de prácticas de tomar su primer contacto con el mundo laboral al través de empresas, instituciones o fundaciones asentadas en pueblos.
Un programa impulsado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) por el que el subdelegado del Gobierno en León, Héctor Alaiz, y la rectora de la ULE, Nuria González, visitaron este miércoles a dos jóvenes que en Bercianos del Páramo de la mano de la empresa iRiego trabajan en la gestión de los regadíos de buena parte de los agricultores de la comarca del Páramo.
En concreto, se trata de Andrea Castillo, una joven de Benavides de Órbigo estudiante del grado en Ingeniería Agraria, y de Mario Fuertes, de Celadilla del Páramo y que estudia el grado en Ingeniería Informática, y donde ambos están involucrados prácticamente como dos trabajadores más de iRiego durante tres meses en la monitorización y programación del riego en la comarca paramesa.

Al respecto, Andrea Castrillo reconoció que “es una oferta muy interesante que ofrece la Universidad porque en mi caso, yo el campo lo tengo en casa, pero con esta beca tengo la oportunidad de ver desde donde comienza todo y las tripas del regadío”. Igualmente, explicó que “mi día a día consiste en la gestión de incidencias y la programación del riego a los agricultores, así como comprobar que todo les funcione correctamente”. Por ello, cree que esta formación “es una buena forma para fijar gente joven en el campo”.
En su caso, Mario Fuertes, cuya labor se enfoca el en desarrollo de las herramientas digitales que utilización los agricultores para el riego, aseveró que “no me imaginaba a acabar en una empresa ligada al campo, pero me parece una oportunidad muy interesante de cara al futuro para encontrar un trabajo en una zona rural en la que además se vive muy bien”. De hecho, indicó la “notable” diferencia entre la zona de Bercianos del Páramo donde ya está el regadío modernización plenamente y la de su Celadilla natal donde que todavía está por modernizar “y la diferencia entre riego de aquí y allí es enorme porque las soluciones tecnológicas son fundamentales para optimizar la gestión del agua”.
Un programa “clave” para el medio rural
Durante la visita a los jóvenes, el subdelegado del Gobierno destacó que “Campus Rural es una pieza clave en la estrategia del Gobierno para cohesionar territorialmente España y ofrecer oportunidades reales de desarrollo en el medio rural”, a la par que puso en valor la implicación de las empresas para vincular “a los jóvenes con su territorio, aportar innovación y retener talento”.
Una idea en la que coincidió la rectora de la ULE, que resaltó que el programa ayuda a “conectar el conocimiento universitario con las necesidades del territorio, contribuyendo al desarrollo de nuestras comarcas”. Asimismo, recordó el firme compromiso de la Universidad de estar presente en el medio rural, “no solo como una responsabilidad, sino como una oportunidad de transformación mutua”.
González indicó que es la cuarta edición de este programa y que ha despertado un "notable interés" entre los estudiantes, con más de medio centenar de solicitudes para cubrir las 24 becas que se están desarrollando en 10 ayuntamientos, tres asociaciones, tres reservas de la biosfera, dos fundaciones y siete empresas privadas.
En la visita también estuvo el gerente de iRiego, Paco Fernández, que subrayó la importancia de iniciativas como el Campus Rural para las empresas rurales porque "es una realidad que las nos cuesta encontrar trabajadores que quieran trabajar en pueblos". "Estas becas nos permiten formar a jóvenes con talento y ofrecerles una oportunidad real de futuro”, por lo que agradeció al Gobierno el esfuerzo porque "además les ofrecen a los jóvenes becados un sueldo de 1.000 euros y a las empresas no sale totalmente gratis". Asimismo, aseveró que "es una oportunidad extraordinaria para los jóvenes y desde el principio en nuestra empresa les hacemos sentir trabajadores, no como becarios e intentamos que se lleven un buen recuerdo de su primera experiencia laboral".
Las prácticas de los beneficiados
Las prácticas del Campus Rural se desarrollan en una amplia variedad de entidades que reflejan la diversidad del medio rural, como ayuntamientos, asociaciones culturales y patrimoniales, organizaciones empresariales, centros de interpretación, observatorios astronómicos y otras entidades sin ánimo de lucro, tanto en la provincia de León —como la Reserva de la Biosfera de Babia, el Centro de Desarrollo Rural “El Villar” de Santa Marina del Rey o la Asociación Consejo Cuenca del Río Torio— como en otras provincias, como en la Asociación Cultural Vive Sayago (Zamora) o el Ayuntamiento de Adanero (Ávila).
Precisamente, tal y como destacó la rectora, los proyectos que desarrollan los estudiantes evidencian el potencial transformador de la Universidad cuando conecta con las necesidades del territorio. Es el caso, por ejemplo, del alumno del Grado en Administración y Dirección de Empresas que colabora con la Asociación de Empresarios y Comerciantes del Geoparque Montañas do Courel (Lugo) en labores de dinamización económica, captación de socios y desarrollo digital.
En Soria, un estudiante del grado en Ingeniería Aeroespacial participa en tareas de divulgación científica en el Observatorio Astronómico de Borobia, con talleres, visitas guiadas y actividades educativas centradas en la observación del cielo nocturno; y en León, una estudiante del máster en Cultura y Pensamiento Europeo colabora con la Asociación de Estudios Cabreireses en labores de inventariado y análisis del patrimonio arqueológico, así como en la continuidad de un proyecto de investigación histórica.
