El Grupo Somos Hijolusa cerró el ejercicio 2024 con una facturación de más de 244 millones de euros y una plantilla de 1.000 trabajadores, confirmando su posición como uno de los grupos de referencia en el sector agroalimentario español. Este importante crecimiento se ha visto impulsado por el ambicioso plan de inversiones desarrollado durante los últimos tres años por parte de la propiedad del grupo, así como con el compromiso firme con los agricultores.
Entre las acciones más destacadas, sobresale la inversión de más de 23 millones de euros en Agrícola Villena, ejecutada desde la entrada de la nueva propiedad. Estas inversiones han permitido una profunda modernización de sus dos centros de trabajo, situados en Villena (Alicante) y La Barca de la Florida (Cádiz).
Este impulso también ha alcanzado al resto de empresas del grupo, con inversiones destacadas de más de 7 millones de euros en Patatas Hijolusa (León) y cerca de 5 millones de euros en Natuber (Vitoria), centradas en la ampliación de sus instalaciones para mejorar su capacidad productiva y logística.
Estas actuaciones no solo refuerzan la capacidad industrial del grupo, sino que reflejan su clara apuesta por la innovación, la eficiencia y la sostenibilidad, pilares estratégicos de su modelo de crecimiento.
El Grupo Somos Hijolusa continúa avanzando con paso firme hacia el futuro, generando empleo, aportando valor al sector agroalimentario nacional y consolidando su compromiso con la calidad y el desarrollo sostenible.
Más que un grupo empresarial: un proyecto humano
Además de sus destacadas cifras de negocio, Somos Hijolusa pone en el centro de su crecimiento a las personas que forman parte de su equipo. Actualmente, el grupo ofrece empleo estable a 1.000 profesionales De esta plantilla, el 60% está compuesto por mujeres, reflejando su compromiso con la diversidad y la igualdad.
A lo largo de 2024, más de 150 nuevos trabajadores se han incorporado al grupo, reforzando su capacidad de respuesta en un mercado cada vez más exigente. Además, el impacto del grupo se extiende a cientos de empleos indirectos generados a través de sus proveedores locales, contribuyendo al desarrollo económico de las comunidades en las que opera.