Es sólo un borrador sobre el que «buscar el consenso» y por eso los grupos políticos de la oposición podrán hacer sus sugerencias antes incluso de que se apruebe inicialmente y se abra el periodo oficial de información pública para la presentación de alegaciones, pero la nueva ordenanza de terrazas dibuja ya una nueva regulación después de año y medio de trabajo para adaptarse a la nueva normativa de accesibilidad y a la ocupación de plazas de aparcamiento con veladores a raíz de la pandemia.
Este es el borrador de la nueva ordenanza de terrazas
Y el texto presentado el pasado lunes por el equipo de gobierno del Ayuntamiento cuenta ya con una primera valoración por parte de Hostelería de León. Su gerente, Paula Álvarez, agradece en primer lugar las reuniones mantenidas durante este tiempo con la concejala de Comercio, Consumo y Fiestas, Camino Orejas, así como con los técnicos que se han encargado de redactar el borrador. «En buena medida aparecen los temas de los que habíamos hablado, como el mantenimiento de las terrazas habilitadas con el covid con mejores condiciones estéticas y de seguridad o el respeto a los 1,8 metros de itinerario accesible desde las fachadas de los edificios, aunque habría que ver si puede haber algunas excepciones, porque hay bares en calles estrechas que no van a poder cumplirlo y van a perder sus veladores. León tiene distintas características en función de si hablamos del centro o de los barrios y entre unas zonas y otras varía mucho la anchura de aceras y calzadas. Por eso hay que hacer un estudio detallado y de cada licencia que ya está concedida, no solamente de las nuevas. Hay que revisarlas y siempre dentro de un margen lógico», explica Álvarez.
Otra de las principales preocupaciones de la asociación es la distribución de las terrazas en las plazas, ya que no pueden superar el 40% del espacio peatonal. «La decisión va a ser del Ayuntamiento, pero nos gustaría que se tuvieran en cuenta las propuestas elaboradas por un arquitecto con el que la asociación tiene un convenio de colaboración», agrega la gerente de Hostelería de León.
Hay otras dos cuestiones que han llamado la atención del sector, ya que «no se habían abordado en las reuniones previas». Es el caso de la instalación de sonómetros para prevenir la contaminación acústica. «El borrador no aclara en qué casos será obligatorio y entendemos además que medir los decibelios en el exterior no es significativo para un local, porque puede pasar una ambulancia, un autobús o una barredora. No le vemos mucho sentido en un espacio exterior», apunta Álvarez.
Además, se muestra sorprendida por la obligatoriedad del servicio de terraza. «Es algo que tendremos que debatir y habrá que ver qué base legal tienen para obligar a una empresa a prestar un servicio», defiende la gerente de la asociación antes de referirse también a la prohibición de los calefactores de gas a partir del 28 de febrero de 2025 para apostar por otras fuentes más sostenibles. «Habíamos planteado la posibilidad de mantener los actuales compensando las emisiones contaminantes con la plantación de árboles, aunque es cierto que la mayoría de estas acciones se llevan a cabo fuera de nuestro país. En todo caso, habría que buscar una fórmula, porque la mayoría de los hosteleros había apostado por calefactores de gas y ahora cambiarlos supone volver a hacer una inversión», detalla Álvarez.
Aunque aún es pronto para hablar de alegaciones concretas, la gerente de la asociación ya avanza que habrá algunas en cuanto a las distancias que tiene que haber entre las terrazas y otros elementos de la escena urbana, como los pasos de peatones o los accesos a garajes. Además, pedirán una gama cromática más amplia para las terrazas. «Va del blanco al marrón pasando por el beige y el crudo y son colores muy claros que van a dificultar que su limpieza y su estética se mantengan en el tiempo, por lo que pediremos que haya algún tono más oscuro», apunta Álvarez antes de comprometer el apoyo de Hostelería de León a todos sus asociados a la hora de realizar los proyectos para conseguir que sus terrazas se ajusten a la ordenanza que finalmente apruebe el Ayuntamiento.