San Román de Bembibre estrena un nuevo santo

La iglesia de San Román de Bembibre se prepara para el estreno de una nueva figura que unir a su imaginario, la de San Román, el patrón del pueblo. Aunque la pedanía bembibrense contaba con un San Román, realmente esa figura no representaba a ese santo «aunque nunca hemos sabido qué santo era», explica desde la Junta Parroquial, Esther Casado. Esa figura, que data sobre 1850 fue regalada al pueblo por el párroco de Albares y se quedó como patrón. Pero esa figura, de alrededor de un metro treinta, está presidiendo el altar y es difícil sacarla de él cada vez que se quiere procesionar, algo que sucede en la celebración de la festividad del santo «hay que bajarlo para ponerlo en el tractor con el que se procesiona. Por eso la Junta Parroquial había solicitado la ayuda de los feligreses para encargar una nueva pieza que esté en la parte baja y facilite su movimiento.

Tras recaudar los 2.200 euros que costaba la pieza, la Junta parroquial se la encargó al escultor de Rubiá, en Valdeorras, Cochorro, que estos días la trasladará a la parroquia para que pueda ser inaugura en un acto que tendrá lugar el 31 de marzo y que la Junta Parroquial prepara con mimo «queremos compartir un pincho y un vino para inaugurar la figura después de una misa a las 18:00 horas cantada y la bendición del santo», explica Casado.

Además del importe de la pieza, han conseguido recaudar otros cien euros para conseguir una corona que ponerle al soldado romano, porque este San Román sí representará a esa imagen, con lanza y escudo, que no tiene su antecesor. Además, se ha realizado de manera que pueda ser procesionado, no solo en el tractor, como es habitual, sino también en andas, pudiendo usar incluso las que se tienen para sacar a la Virgen del Carmen, patrona del pueblo.

La pieza está realizada en madera de cerezo de Villafranca y tiene también un metro treinta de altura. Esta pieza complementa ya los arreglos efectuados en la iglesia, con el de la sacristía, del que se encargó la propia Casado y otra compañera de la Junta Parroquial, incluso realizando labores de albañilería para corregir las humedades de esa zona.

Al final, con un presupuesto de 260 euros se pudo realizar esa obra que ya deja la iglesia en perfecto estado de revista incluso con el Espíritu que le faltaba al retablo también colocado en septiembre del año pasado. Casado está muy implicada en las mejoras de un templo que es centro de la fe del pueblo, y espera que estas mejoras no sean las últimas.