Las propuestas más rocambolescas para la provincia del documento de la Mesa por León que ahora se rescata

Un ‘viejo’ nuevo plan que tiene mucho por concretar... y todavía más por hacer en sus siete frentes de trabajo

16/04/2025
 Actualizado a 16/04/2025
Encuentro celebrado este lunes entre la Junta y los sindicatos leoneses. | ICAL
Encuentro celebrado este lunes entre la Junta y los sindicatos leoneses. | ICAL

Las casi 400 páginas de ‘León Horizonte 2030’ salieron esta semana del cajón. Un voluminoso documento, repleto de buenas intenciones, que se puede considerar como la principal, casi única, herencia de la ya difunta Mesa por León. Esta, a su vez, fue fruto de la manifestación del 16 de febrero de 2020. Después de cinco años sin soluciones a la altura de la crisis socioeconómica y demográfica de la provincia leonesa, una nueva protesta ciudadana ha llevado a las administraciones y sindicatos a retomar el trabajo donde quedó. La Junta de Castilla y León, y el objetivo es que también el resto de instituciones a las que compromete, revisará ‘León Horizonte 2030’ para comprobar qué se ha hecho y, sobre todo, aquello que queda por hacer.


De esta manera, la idea de desempolvar la hoja de ruta de la fallida Mesa por León surge de las intenciones de pasar de «diagnósticos» a un plan de acción «chequeable». En este sentido, ‘León Horizonte 2030’ está redactado con numerosas generalidades que serán difíciles de medir y concretar en su ejecución, al menos de una forma general para toda la provincia. Algunas acciones sí son concretas, inequívocas. En buena medida, a pesar de los años transcurridos, se encuentran sin cumplir. En todo caso, el protagonismo de verbos como ‘fomentar’, ‘incentivar’ o ‘apostar’, que con frecuencia se emplean de un modo ambiguo en la gestión política, complica la labor de comprobar lo que, esta vez sí, se pueda llegar a hacer para la provincia dentro de esta rescatada hoja de ruta.


‘León Horizonte 2030’ comienza con un análisis de la situación demográfica y otro de la realidad socioeconómica de la provincia. A continuación, se enmarca la hoja de ruta dentro de un contexto mucho más amplio: el del cambio climático, los Objetivos de Desarrollo Sostenible… El documento también realiza un diagnóstico más exhaustivo del territorio leonés en siete áreas: ‘Movilidad, comunicaciones e infraestructuras’, ‘Transición energética y Transición justa’, ‘Medio Natural. Biodiversidad. Medio Forestal. Fauna’, ‘Entorno rural y su desarrollo: agricultura, agua, regadíos, ganadería. Concentración parcelaria’, ‘Sectores productivos: agroalimentario, biotecnológico-farmacológico, nuevas tecnologías y ciberseguridad, industria, logística, comercio y turismo. Exportaciones’, ‘Patrimonio y Cultura’ y ‘Sanidad, educación y vivienda. Prospectiva del mercado de trabajo’.


De cada uno de estos siete ejes, ‘León Horizonte 2030’ aporta un análisis Dafo, que estudia las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades dentro de la provincia, y otro de tipo Came, basado en un informe pormenorizado de lo que se debe corregir, afrontar, mantener y explorar. Debido a los años transcurridos desde la presentación de ‘León Horizonte 2030’, que fruto de una manifestación de 2020 ya ha cubierto la mitad de los plazos a una década vista, buena parte de los datos del diagnóstico están desactualizados. Sin embargo, se mantiene la misma tendencia a la baja de los parámetros y eso obliga, como apuntaron este lunes tanto la Junta como los sindicatos, a no volver a entretenerse en estudios dado que «todos sabemos los problemas». En la revisión por parte de las administraciones del documento, para lo que se han dado un margen de dos meses, la idea es pasar por alto los listados de infraestructuras pendientes, espacios naturales protegidos, grupos de acción local o denominaciones de origen para centrarse en el plan de actuación.


Los compromisos que se fijan


Este ‘viejo’ nuevo plan establece unos objetivos y líneas de acción estratégicas para cada uno de los siete frentes de trabajo. La misión general del proyecto que debería guiar la recuperación socioecnómica de la provincia pasa por «vincular a todas las administraciones al mismo denominador común» y teniendo en cuenta las «diferentes necesidades» de unas comarcas que simplifica en diez: Montaña de Riaño, Tierras de León, Sahagún, Esla-Campos, Páramo, Montaña de Luna, Astorga, La Bañeza, La Cabrera y El Bierzo.

La hoja de ruta cuenta con más de un centenar de líneas de acción de "prioridad muy alta" que siguen pendientes


El documento en el que ya se debería llevar años trabajando establecía más de un centenar de líneas de acción de «prioridad muy alta», que destacan con otras de menor urgencia para los analistas del proyecto. A este respecto, el apartado de infraestructuras, uno de los más concretos y medibles, evidencia lo mucho que queda por hacer en el marco de ‘León Horizonte 2030’. Aunque algunos proyectos han visto la luz en esta primera mitad de década, como la variante de Pajares o el ramal ferroviario de Villadangos, siguen siendo mayoría los que continúan atascados en mayor o menor grado: la plataforma logística de Torneros, la A-76 a Ourense, la autovía a Braganza, la modernización de la línea férrea entre la capital y Ponferrada, el Parque Agroalimentario del Bierzo...


Asumiendo esta hoja de ruta, las administraciones también se comprometerían a todos ellos. La Junta ya ha movido ficha y, según las intenciones expresadas tras la reunión de esta semana, revisará lo que sea de su competencia para reactivar los compromisos pendientes. Algo que podría generar un efecto dominó en Diputación y Gobierno.

Una provincia 'verde' y rural


Por su parte, en el apartado de transición energética se reflejan líneas de trabajo de prioridad «muy alta» como la apuesta por el hidrógeno verde o el desarrollo de centrales de biomasa, apuntando a crear plantas logísticas en Villablino, Fabero, La Robla, Cistierna, Valdesamario y Valdepiélago. Entre los proyectos ambiguos, difíciles de cuantificar, aparecen también acciones en favor del medio rural como garantizar una asistencia sanitaria cercana, impulsar el relevo generacional en la agricultura o adecuar el sistema público de transportes a los vecinos de los pueblos.

La plataforma logística de Torneros, la A-76 o el Parque Agroalimentario del Bierzo son algunos de los objetivos


En un apartado posterior sí que se concretan algunas medidas más específicas, como la creación de huertos municipales, la puesta en marcha de un Parador Nacional en Villablino o una candidatura del paisaje de las canteras de pizarra y la arquitectura industrial para ser Patrimonio de la Humanidad. Más manidas o menos, factibles o no, la lista de actuaciones contempladas es casi interminable: asesoramiento para la internacionalización de las empresas agrícolas y ganaderas, terminar el Palacio de Congresos, vincular el aeropuerto al Camino de Santiago, formación profesional en inteligencia artificial, medidas para asentar funcionarios públicos en el medio rural, aumentar las conexiones de AVE con Madrid, una línea de cercanías entre León y Ponferrada, una «solución urgente» para que la línea de Feve llegue a la estación de Matallana, invertir en tecnología que transforme residuos en alimentos para mascotas...


¿El León que viene?


Quedan deberes por hacer. La «visión» del documento es la de un León que sea en 2030 «un referente en culminar una transición ecológica inteligente». Para entonces, sobre el papel, se habrá alcanzado «un crecimiento integrador y cohesionado que genere, dinamice y potencie un tejido económico competitivo». Además, a comienzos de la próxima década, la provincia debería de haber consolidado un modelo de «complementariedad de las zonas rurales y urbanas».


Buenas intenciones que, no cabe duda, deberán ir acompañadas de inversiones y del esfuerzo de todos: ciudadanos, instituciones, empresas... Con el tiempo perdido, ese horizonte proyectado de 2030 parece todavía demasiado lejano para León. Hay trabajo por hacer.
 

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