Hace cuatro años llegaban hasta León los ecos de lo que estaba pasando en Madrid. Podemos había canalizado el movimiento de indignación que dio forma al 15-M para convertirse en partido político y colocar ficha en el tablero de juego. Su debut electoral en las Europeas de mayo 2014 les despegaría de la casilla de salida ante la incredulidad de los partidos veteranos que vieron retroceder sus fichas.
Esta semana, el 17 de enero, se cumplían cuatro años de aquella presentación de Podemos en el Teatro del Barrio de Lavapiés. Las palabras que Pablo Iglesiaspronunciaba allí resonaban en las cabezas de un puñado de leoneses que querían participar de ese cambio, de esa nueva forma de hacer política, de ese ‘asalto’ a las instituciones con y para la ciudadanía. Así que antes incluso del test electoral ya se empezó a sembrar en León la semilla de Podemos.
«El movimiento en León lo empezaron a liderar Pablo Fernández (hoy procurador en las Cortes autonómicas), Sofía Delgado, María Hernández (ahora concejala en el Ayuntamiento de León), David Torinos, David Carracedo… La primera asamblea se celebró en la glorieta de Espacio Vías sobre marzo o abril de 2014 –recordaban el pasado viernes en la sede de la formación en la capital leonesa, en Batalla de Clavijo–, todavía no había estructura de partido, pero viendo la buena acogida se celebró otra ya después de las Elecciones Europeas en La Candamia que fue espectacular, así que se empezaron a constituir áreas temáticas y se comenzó a buscar gente para crear grupos de trabajo. Fue ya en otra asamblea en el parque San Francisco, ese mismo año 2014, donde ya se crearon los primeros grupos de trabajo del Círculo de Podemos León y a partir de ahí ha ido creciendo hasta lo que es hoy».
A día de hoy, en la provincia de León hay unos 20 círculos de Podemos y alrededor de 2.500 inscritos. Militantes, que son, digamos, los que se comprometen para sacar adelante el trabajo del día, como ellos mismos explica, son menos, «pero se sigue notando flujo de gente, siguen llegando caras nuevas, sigue habiendo voluntad de cambio».
Las horas bajas que se viven actualmente en las altas instancias de Podemos no preocupan en esta mesa en la que las ansias de cambio siguen intactas. «El chispazo de Podemos fue el 15-M como muestra de la indignación popular, pero todo aquello que está basado en la indignación tiene un recorrido corto, porque no se puede vivir toda la vida en la indignación, no se puede vivir cabreado todo el día por más motivos que tengamos para ello; el punto de partida de la indignación fue importante, pero ahora hay que aprovechar esa indignación y canalizarla para hacer algo por conseguir cambios, hace falta constancia y esfuerzo diario, eso a la larga da sus frutos; hay que ser consciente de que esto es una carrera de fondo y que, aunque pretendamos el asalto a los cielos como en pasadas elecciones, es una carrera de fondo y tenemos que hacernos callo para estar a la altura de la maratón que nos viene por delante». Y es que eso es Podemos, recuerdan, el deseo de cambiar la política desde la participación.
Y en estos cuatro años creen que se han conseguido cosas tan importantes como a día de hoy las primarias se hayan puesto de moda en todos los partidos, o que se hable de presupuestos participativos en el Ayuntamiento de León, «aunque la interpretación que hagan del concepto de ‘participativos’ sea muy sui generis, pero bueno, ya que se hable de esto es algo hasta hace no tanto impensable».
A juicio de Raúl, Óscar, Inés, Gema, Enriqueta, Julio, Manuel, Pábel o Claudia, Podemos, a nivel local, provincial, autonómico y estatal, no ha perdido «ni un ápice de la idea o el fundamento con el que nació, una herramienta para empoderar a la ciudadanía; la situación social a día de hoy sigue igual, la corrupción, los recortes en Sanidad, en Educación, los desahucios… pero el adelanto que hemos conseguido es que la situación política bipartidista se haya roto y se valore a las nuevas fuerzas».
«Podemos es la fuerza que se necesita para poder dar un vuelco a esta situación de una vez por todas, por mucho que nos quieran vender motos azules pintadas de naranja». «Hemos mantenido unos criterios a sabiendas de que nos pueden llevar a bajar electoralmente, pero eso también es Podemos, poner por delante los criterios que los objetivos».
Durante estos cuatro años, Podemos León ha organizado cursos, charlas, talleres… participan en plataformas y asociaciones de defensas de derechos públicos, continúan con sus asambleas y grupos de trabajo, foros a los que invita (y animan) a toda la ciudadanía a participar pues «lo más importante es que de esas reuniones salen acuerdos, que es otra de las cosas que hemos aprendido este tiempo, a discutir y, acto seguido, ponernos a trabajar juntos». «Sí, hemos aprendido a colaborar, a gestionar nuestros conflictos, que con grupos tan amplios es complicado, pero es una gran satisfacción ver que hay tanta gente que tiene objetivos comunes y que quiere implicarse». «Es una continua experimentación y aprendizaje de formación política, participación, implicación social…». E insisten de nuevo, «es que todo eso es Podemos».
Pábel llegó tarde y ha estado callado casi toda la charla, pero resume muy bien el sentir que se servía en esta mesa: «Yo vengo de un país donde la corrupción es el pan de cada día, y al llegar aquí (hace ya unos cuantos años) pensaba que era diferente y me encontré con que los partidos políticos, los dos que había, eran más de lo mismo que allí; y cuando comencé a ver partidos nuevos y fui, por casualidad, a una asamblea de Podemos en Madrid y vi que había una cosa nueva en España, algo que surgía, pensé ¿por qué no?, ¿por qué no participar de ello?Y para mí eso es Podemos, meterme en un partido... que a veces no sé si llamarle partido político porque en un partido tradicional te mandan, estás como un corderín, y Podemos no es eso, aquí tú estás dando tu tiempo, tiempo que vale oro porque no te lo devuelve nadie... para poner tu granito de arena. Y políticamente creo que somos una piedrita en el zapato de estos dos partidos políticos, ahora nos escuchan, ahora al menos eso, la gente comienza, por ejemplo, a tener el run-run de los presupuestos participativos. Han salido muchas cosas, por eso que me siendo orgulloso de estar aquí. Eso sí, hasta que yo crea que esto cambia, el día que yo vea que Podemos es más de lo mismo, daré un paso atrás, pero hasta ahora me han demostrado que Podemos es eso».
Y de momento tienen pensado seguir y volver a invitar a la ciudadanía a hacer política en las próximas citas electorales.
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Actualizado a
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