Con un espíritu de diálogo y búsqueda de soluciones, concluyeron en Riello las jornadas técnicas sobre ‘La coexistencia entre el oso pardo y la actividad apícola en la provincia de León’, organizadas por la Unión de Campesinos de León-Coag (Ucale-Coag), principal organización apícola de la provincia de León.
El encuentro ha sido histórico ya que ha reunido a más de 50 profesionales del sector apícola, siendo la primera vez que personas representantes de todos los sectores implicados —apicultoras y apicultores, personal científico, entidades conservacionistas y administraciones públicas de varias regiones— se sientan con la voluntad y el compromiso explícito de buscar soluciones conjuntas a los problemas de coexistencia.
Fruto de este compromiso, se han sentado las bases para la creación de una mesa de trabajo "estable" sobre el oso pardo en León. "El objetivo es canalizar el diálogo, anticipar problemas y evitar los conflictos derivados de la expansión de la especie, cuya población en la provincia se estima ya en unos 370 ejemplares", señalan en un comunicado desde la organización agraria.
Una expansión con desafíos urgentes
El personal experto de la Universidad de León, de la Fundación Oso Pardo (FOP), del Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS), así como personal técnico de las administraciones de Castilla y León, Asturias, Cataluña y de la Reserva de la Biosfera de los Valles de Omaña y Luna, coincidió en diagnosticar los principales problemas: baremos obsoletos, ya que los precios para indemnizar los daños a colmenas están muy por debajo de la realidad del mercado, lo que genera compensaciones injustas; falta de apoyo preventivo porque no existen ayudas para instalar y mantener medidas eficaces como pastores eléctricos desde el año 2021, a diferencia de otras comunidades autónomas; así como retrasos inasumibles en los pagos por daños acumulan hasta dos años de retraso, poniendo en riesgo la viabilidad de las explotaciones apícolas.
Las personas participantes, mostrando un "firme deseo" de convivir y celebrar la recuperación del oso pardo, subrayaron que este éxito de conservación requiere una gestión activa y responsable. En este sentido, reclamaron que las administraciones revisen los planes de recuperación y actúen sobre la gestión del hábitat en las nuevas zonas de expansión, con el fin de evitar conflictos y favorecer una coexistencia real con la población local.
Acuerdos y reivindicaciones principales
Entre los compromisos alcanzados en esta jornada, se encuentra la creación de una mesa de diálogo y trabajo estable con un acuerdo unánime para impulsar un foro permanente de diálogo y acción entre todos los agentes implicados. Por otro lado, la actualización "urgente" de los baremos de daños con una revisión imprescindible de los precios de indemnización para que sean justos y reflejen la realidad del sector.
Por otra parte, el establecimiento de ayudas a la prevención, con la exigencia a la Junta de Castilla y León de una línea de subvenciones específica para medidas disuasorias. A mayores, el pago inmediato de las deudas pendientes con la liquidación urgente de todas las indemnizaciones atrasadas; al igual que una gestión proactiva del hábitat con el desarrollo de medidas de conservación activa en las áreas de nueva colonización para garantizar un equilibrio duradero.
“Este encuentro marca un punto de inflexión. Por primera vez existe una voluntad compartida de abordar los problemas de frente, con diálogo y buscando soluciones prácticas. El siguiente paso es que este compromiso se traduzca en acciones concretas y recursos por parte de la administración. La coexistencia es el único camino, y hoy hemos empezado a recorrerlo juntas y juntos”, declaró Nacho Rodríguez, representante del sector apícola de Ucale-Coag.