Patrimonio iniciará la restauración de las pinturas de Peñalba el próximo año

Hace más de diez años que se descubrieron las pinturas murales de época califal, una rareza en el norte de España que emparenta el templo con la mezquita de Córdoba

N. González
27/03/2016
 Actualizado a 18/09/2019
Pinturas que serán restauradas en el techo de la iglesia. | Escuela Patrimonio
Pinturas que serán restauradas en el techo de la iglesia. | Escuela Patrimonio
Hace una década, bajo varias capas de vieja piel de cal, la iglesia de Santiago de Peñalba mostró su verdadero rostro: unas pinturas murales de época califal realizadas en el siglo X y que constituyen toda una rareza en el norte de España. El templo mozárabe de la montañosa localidad de Peñalba de Santiago aumentaba así su singularidad en la provincia y emparentaba con monumentos únicos alejados muchos kilómetros hacia el sur, como la mezquita deCórdoba o los restos de la ciudad palaciega de Medina Azahara.

Las obras de reparación de la cubierta del templo mozárabe finalizaron el año pasado y, con el arreglo de humedades y filtraciones, el siguiente paso que los responsables de Patrimonio de la Junta quieren dar es la restauración y consolidación de estas pinturas murales, doce años después de la última intervención, realizada en el año 2004.

Patrimonio ha anunciado que esta nueva restauración comenzará el próximo año y avanza ya que será un proceso largo y complejo, debido a los estudios que deben hacerse sobre las pinturas y las difíciles decisiones sobre qué se debe elegir y mantener. «Primero hay que estudiar el grado de conservación de las pinturas, pero también hay que decidir qué es lo más improtante, porque hay distintas capas de pintura en distintas zonas y habrá que ver qué momento histórico se elige. Entonces se levantarán capas y se realizarán análisis consolidantes», explica Enrique Sáiz,director de Patrimonio.

La historia acumulada bajo diversas capas de la iglesia de Santiago pondrá así en aprietos a los restauradores. Y, en algunas zonas, las pinturas sobre pinturas, requerirán una enorme minuciosidad en el trabajo. «Va a ser una restauración muy complicada y muy delicada. Tenemos que ver con qué nos quedamos», dice Sáiz.

Todo, además, mientras la iglesia sigue abierta a los visitantes, para no dejar al Bierzo sin poder mostrar una de sus joyas, clave además para conseguir el objetivo de que la Tebaida berciana sea declarada Patrimonio de la Humanidad.

Un descubrimiento único


Las pinturas que llevaban siglos a la vista en la parte alta de los paramentos interiores de la iglesia ya hacían prever que, bajo las muchas capas de enlucido, había más ocultas. Esto llevó al descubrimiento en 2014 de las pinturas de la época califal que recubrían los muros. Por suerte, las pinturas originales y los morteros se habían conservado en buen estado gracias a su excelente técnica y a la calidad de los materiales empleados.

La ornamentación pictórica más antigua es la más interesante, por su singularidad en la pintura altomedieval. Los motivos originales fueron cubiertos con una nueva decoración de calidad inferior, pintada al seco en los siglos XIV y XV, que ocultó la primera.

En las pinturas originales destacaba un zócalo rojo de un metro y treinta centímetros de altura en la cara interna de los muros perimetrales, que dejaba paso al estuco blanco. También destacan remates decorativos en forma de arco fingido de dovelas blancas y rojas. Asimismo se crea un falso muro de ladrillo en el que la perfección en la réplica de la albañilería crea la ilusión de encontrarse ante este elemento. Este motivo se repite en las bóvedas gallonadas del transepto y en la capilla de San Genadio.

La zona con la carga decorativa más rica es la cubierta de la nave, con bóveda de cañón. Bajo ella hay una banda ornamental con motivos vegetales, una sucesi´no de círculos tratados a compás y líneas envolventes. En el paño de la bóveda hay un tapiz decorativo con círculos tangentes de mayor y menor diámetro, entrelazados con bandas rojas o azules. También motivos florales.

Entre las pinturas más singulares hay también vestigios de dos representaciones zoomórficas, dos siluetas de color rojo de animales cuadrúedos sin identificar, emparentados con las bestias de las ilustraciones de los códices mozárabes.

Los grafitis medievales


Los grafitos históricos son otra de las singularidades más valiosas de la iglesia de Santiago. A la manera en que los escolares pintarrajean sus pupitres, en los muros de la iglesia se ven grabados en los muros que se creen realizados por los monjes benedictinos, cuya comunidad estuvo hasta el siglo XII. Desde nombres propios, como Martinus, a citas en latín de Smaragdo de Saint-Mihiel-sur-Meuse, un abad benedictino de época carolingia.

También hay letras sueltas; motivos geométricos, vegetales y zoomorfos, cruces y hasta obispos dibujados. «Son las pintadas de la época y son muy valiosas», recuerda Sáiz.
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