Para no olvidar las vidas que la mina entregó aquel 1979

‘1979. Octubre negro’, de Manuel Blanco, es el Libro del Mes en el MSM de Sabero, un viaje a través de 21 monólogos de testimonios hasta el accidente que se cobró 10 vidas de jóvenes mineros por una explosión en el Pozo María

Fulgencio Fernández
14/02/2022
 Actualizado a 14/02/2022
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Una de las principales funciones del Museo de la Siderurgia y la Minería (MSM), con sede en Sabero, es preservar la memoria de la minería. Y mucho más ahora que el sector está desaparecido.

Y uno de los aspectos más tristes y duros de esta memoria son los accidentes y mucho más los mortales. Para que no se olvide las vidas que la mina entregó, para que permanezca el recuerdo de quienes cayeron en plena faena y para que quienes firmaron el acta de defunción sepan la deuda que se tenía con las comarcas mineras.

Con estas premisas se puede entender mejor el libro que protagoniza una de las actividades clásicas del MSM: El libro del mes, es decir, la lectura que el centro recomienda cada mes y, a su vez, presta a los usuarios que lo soliciten. En este mes de febrero es elegido es el titulado ‘1979. Octubre negro’, del que es autorManuel Blanco Pacios, y que ya lleva unos meses en las librerías con muy buena acogida.

‘1979. Octubre negro’ es un viaje, de la mano del autor, al accidente que se produjo el17 de octubre de 1979 en el Pozo María de Caboalles.

«En la mañana del 17 de octubre de 1979, se escuchó un ruido que hizo temblar el suelo en la localidad lacianiega de Caboalles de Abajo. Los vecinos salieron de sus casas asustados y se acercaron al pozo minero para ver qué había ocurrido. En el interior del pozo María, las paredes del taller sobre la capa número 13 se habían sacudido, supuestamente por una explosión de grisú». Así comienza este ensayo literario compuesto por 21 monólogos de personas relacionadas con aquel fatídico accidente que se cobró 10 vidas, uno de los más graves de la minería leonesa. Allí quedaron enterrados los sueños y el futuro de trabajadores de tan solo 19 años, como el asturiano Alfredo Prieto y el gallego José Auviaña Díaz; o los 21 años del lacianiego Manuel Gómez, por citar a los más jóvenes, que lo eran todos pues el más veterano solamente tenía 46 años y solamente dos superaban los 40

Para entender el tono del libro, que Manuel Blanco, define como intimista basta con recordar que este investigador de aquellos hechos reconocía al presentar el libro que «he llorado al escuchar alguno de los testimonios». Todos estos monólogos son de gentes cercanas, implicadas: «Desde los familiares de los fallecidos, a los médicos que atendieron a las víctimas en el hospitalillo minero, los integrantes de las brigadas de rescate,trabajadores de bares cercanos o a los sindicalistas de la época. Todo el que lo hubiera vivido y sintiera que tenía algo que decir», explica el autor.

Se trata de testimonios de perfil muy humano, de las vidas de los trabajadores, anteriores y las familias que dejaron aquí, más que indagar en el propio accidente: «No buscabaplasmar las causas o los culpables del accidente sino sacar a la luz la vida minera de una forma diferente. El libro pretende transmitir lo ocurrido a otras generaciones para que sepan quiénes eran los mineros y a qué se dedicaban, su admirable solidaridad y espíritu de lucha», explica Blanco, que asegura que «todos los mineros se van a sentir identificados porque las experiencias son muy parecidas».

Algo que movió al autor a escribir y publicar este libro de testimonios de «gentes que me abrieron sus casas y sus corazones» fue comprobar que pese a la tremenda gravedad del accidente, con 10 muertos, está bastante olvidado. «Este acontecimiento tan lamentable me llamó la atención, no solo por ser uno de los accidente mineros más graves en el valle lacianiego, sino por ser también uno de los más olvidados», explicaba Blanco, con un argumento que también deja claro el detonante para escribirlo, que ese olvido se rompa y «las nuevas generaciones conozcan y recuerden, que sepan cómo era de dura la vida de un minero, y cómo fue, y es, después de abandonar esa vida tan ligada al carbón. Me he centrado en aspectos tan importantes como la huella que deja la minería tanto en la parte física como en la mental, siendo esta última, y bajo mi punto de vista, la que más dolor genera», explicaba Manuel Blanco al presentar este libro que cuenta con prólogo de uno de los grandes estudiosos de la minería histórica y la actual, no en vano es ingeniero de minas y como tal trabajó muchos años: Roberto Matías, un personaje también muy vinculado al MSM, en cuyas actividades participa con frecuencia.

Sobre el autor, Manuel Blanco Pacios (Ponferrada, 1974) es Técnico Especialista Matricero y Técnico de las Enseñanzas Profesionales de Música en la especialidad de Trompeta. Ha publicado libros de poesía, de género infantil-juvenil y de fotografía antigua sobre la ciudad de Ponferrada además de tres novelas históricas .
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