La Universidad de León ha acogido esta semana la primera edición de su Campus Científico de Verano, una propuesta pionera que ha reunido a 80 jóvenes de entre 14 y 17 años llegados de distintos puntos de la provincia, incluyendo participantes de zonas rurales y de asociaciones que trabajan con colectivos en riesgo de exclusión social.
Durante cinco días, los adolescentes vivieron una experiencia inmersiva en el mundo de la ciencia, convertidos en arqueólogos, artistas, ingenieras, deportistas o lingüistas por un día, gracias a un programa repleto de talleres prácticos impartidos por docentes e investigadores de la universidad leonesa.
La actividad, financiada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) —organismo dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades—, forma parte del Plan TCUE 2024–2027 de la Junta de Castilla y León, cuyo objetivo es acercar la universidad a la sociedad a través de la transferencia de conocimiento.

Ciencia con las manos
El campus se organizó en cinco bloques temáticos, uno por jornada. El lunes estuvo dedicado a las Ciencias Biológicas y Ambientales, con talleres sobre fósiles, genética y organismos microscópicos. El martes giró en torno a las Humanidades y Ciencias Sociales, con actividades sobre arte medieval, monedas romanas, lengua romaní y derechos humanos.
El miércoles tomó el relevo la Ingeniería y Tecnología, abordando la electrónica creativa, las energías renovables y la investigación de minerales. El jueves se centró en la Ingeniería Agraria y Forestal, con talleres de diagnóstico vegetal y maquinaria agrícola. Finalmente, el viernes se dedicó a la Ciencia de los Alimentos y la Actividad Física, con sesiones sobre nutrición, análisis deportivo, hábitos saludables y cata de miel.
Además de los talleres, los participantes pudieron demostrar su creatividad en diferentes concursos, como fotografía científica, diseño de tarjetas identificativas, cuaderno de prácticas o creación de un collage científico grupal que recogiera todo lo aprendido durante la semana.

Vocaciones tempranas y ciencia cercana
El objetivo del campus ha sido despertar vocaciones científicas entre los más jóvenes, fomentar la comunidad entre estudiantes con intereses compartidos y presentar el entorno universitario como un espacio abierto, dinámico y transformador.
“Queremos que los jóvenes entiendan que la ciencia no está solo en los libros, sino en su entorno, en su día a día, y que ellos también pueden formar parte de ella”, destacan desde la organización.
Con esta primera edición, la Universidad de León da un paso más en su compromiso por fomentar el interés científico y hacer de la educación una herramienta para la igualdad, la innovación y el futuro.