Los vecinos del barrio de Pinilla ya se han acostumbrado a ver su centro de salud rodeado de vallas o a acudir al médico al Hospital de San Juan de Dios. Esta pasada semana, concretamente con el final del mes de abril, se cumplía la prórroga que la Junta de Castilla y León daba a la empresa adjudicataria de los trabajos para tener lista la reforma del edificio, plazos que una vez más no se han cumplido.
No es que sea noticia este hecho, ya que hace ya semanas que este periódico publicaba que la consejería de Sanidad era consciente de que no iba a ser capaz de abrir el centro de salud en la fecha deseada del 1 de junio sin atreverse a poner plazos. Al parecer el motivo del nuevo retraso, según esgrime la empresa, han sido las abundantes lluvias de los meses de marzo y abril, que han impedido completar los trabajos que aún están pendientes, marcándose ahora como objetivo que ese 1 de junio se pueda recepcionar la obra.
Una simple visita al exterior del centro de salud es suficiente para darse cuenta que aún queda labor que hacer. La urbanización exterior del edificio, con las aceras que lo rodearán y sus accesos, están aún por empezar, mientras que aún son numerosos los remates en el edificio. A eso hay que sumarle un interior al que no se puede acceder, pero que la simple vista a través de los ventanales indican que está en plena obra, a pesar de que la Junta asegura que tiene el mobiliario listo esperando a poder ser instalado.
Esa fecha del 1 de junio no es baladí y es que ese día finaliza un nuevo contrato de alquiler de parte del Hospital de San Juan de Dios, donde actualmente se desarrolla la actividad de un centro de salud referencia para más de 20.000 leoneses, que todo apunta que tendrán que continuar acudiendo a él hasta nueva orden. Según ha podido saber este periódico, ni los propios trabajadores del centro de salud saben cuándo se va a producir el traslado de vuelta.
Cabe recordar que las obras de reforma del centro de salud de Pinilla comenzaron en 2021 con el objetivo de que estuvieran listas algo más de un año después. Los problemas estructurales que encontró la primera empresa adjudicataria paró los trabajos y obligaron a una nueva licitación qe tuvo las obras paradas prácticamente dos años. Asegurada la estructura, se adjudicó un nuevo contrato, el actual, que para terminar la historia de despropósitos que ha supuesto la renovación de este centro.