Hace apenas dos semanas era el hostelero Juan López y encendía el poblado navideño del café Azaila 1930 arropado por el alcalde de León, José Antonio Diez, y por el expresidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, pero este sábado ya es el ‘obispo de la lotería’.
A pocos días de que se celebre el sorteo extraordinario de Navidad, ya hace cola a las puertas del Teatro Real uno de esos personajes que se han convertido en imprescindibles a la hora de dar cada año alegría y colorido al que empieza siendo el día de la ilusión y acaba siendo, para la inmensa mayoría de los compradores de décimos, el día de la salud.
López ha viajado ya desde el barrio de La Palomera hasta Madrid para poder estar entre los primeros que entren al patio de butacas al amanecer del próximo 22 de diciembre para tentar a la suerte y traerse el premio gordo a León. «Estoy muy ilusionado, porque creo que va a ser un gran año y tengo el presentimiento de que voy a llevarme uno de los grandes premios a mi barrio», explica López antes de reconocer que tiene en su poder un décimo del popular y mediático 00000, pero también de otros números bajos como el 00001 y el 00008. «Sin embargo, este año hay también un número especial, el 69715, que acaba en la niña bonita. Es el que comparto con mis amigos famosos de Madrid y por primera vez es una apuesta leonesa, porque lo he traído de la administración número 12, que está situada en San Mamés. Creo que va a ser un gran año para León, que seguirá creciendo y modernizándose y encima nos pillará con dinero gracias al gran premio que nos va a tocar», agrega López mientras ya hace cola en el Teatro Real.
Además, el ‘obispo de la lotería’ está cerrando su agenda de entrevistas televisivas junto con otros de los personajes que acuden cada año al sorteo disfrazados, como es el caso de Jesús Ruiz, que llega desde Santander y estos últimos años ha ido ataviado con un traje de papa, o Manoli Sevilla, que con 88 años sigue fiel a la cita y sorprende cada año con una imagen diferente. El año pasado fue de lira, pero ya la hemos visto de cesta de Navidad, de bombo, de ranita o de muñeco de nieve. Su atuendo es cada año uno de los secretos mejor guardados, por lo que habrá que esperar a conocerlo en la víspera del sorteo, cuando lo estrenará para pasar la última noche a las puertas del Teatro Real junto con sus compañeros.