La mujer que cambió su nombre para que lo pudieran pronunciar

Huang Zheng es ahora Violeta. La maga china afincada en León sufría cuando la gente quería llamarla y nunca les salía su nombre

29/10/2023
 Actualizado a 29/10/2023
La maga china Huang Zheng, afincada en León hace muchos años, cambió su nombre a Violeta para que sea más fácil pronunciarlo. | LEÓN VIVE LA MAGIA
La maga china Huang Zheng, afincada en León hace muchos años, cambió su nombre a Violeta para que sea más fácil pronunciarlo. | LEÓN VIVE LA MAGIA

«Me daba mucha rabia cuando iba por la calle y veía gente que me hacía señas, que me quería llamar pero no les salía mi nombre y pasaban verdaderos apuros». Con estas palabras explicaba ‘la maga Violeta’ una curiosidad que se acababa de producir en la presentación de un libro sobre Manuela Rejas, la primera mujer con carnet de ilusionista de España, y la presentadora, Bárbara G. Aller, le había dado la palabra a Huang Zheng y la aludida comenzó su intervención diciendo, «hola soy Violeta...».

¿Error? No. Es la misma persona pero la maga Huang Zheng, consciente de que su profesión trata de llevar magia y felicidad a la vida, de allanar caminos, decidió «dejar de hacer sufrir a la gente y de pasar un mal rato yo» y decidió cambiar su nombre artístico por el de Violeta Zheng; algo habitual, por otra parte, en el mundo de la magia. Su marido, el mago Juan Mayoral, recorrió el camino inverso, comenzó su andadura artística como Alex y en 1991 decidió recuperar su nombre real, Juan Mayoral.

Los dos son el alma del gran Festival Internacional León Vive la Magia y juntos acudieron a la presentación del libro sobre quien había sido su amiga, Manuela Rejas, y a la que homenajearon en una edición del festival que fundaron y dirigen.

Huang eligió como nombre ‘más pronunciable’ el de Violeta y en el acto que explicó el cambio reflexionó sobre «las casualidades... o no tanto. También Violeta era el nombre artístico que eligió Manuela; con la que me unen muchas cosas, una infancia digamos complicada, una pasión por la magia en tiempos difíciles, en los que la mujer tenía papeles muy secundarios, de ayudante del mago, casi siempre».

Y algo más las une. La pasión por hacer la vida fácil y feliz... con lo fácil que es llamarla Violeta. 

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