Uno de los pasajes más conocidos de cuantos se repiten en las iglesias es aquel misterio gozoso (el quinto) que dice: "El Niño Jesús perdido y hallado en el Templo". Un verdadero milagro.
La similitud del enunciado hace que exista una corriente que pide su declaración como milagro de otro hecho extraordinario que se produjo en uno de los lugares con más historia y tradición de la provincia: La Venta de la Tuerta. Dice el enunciado: "El Opel Corsa perdido y hallado en La Venta de la Tuerta".
Se suma a la similitud algo que le da una dimensión absolutamente trascendente: Que se produjo el día del Entierro de Genarín y ocurrió precisamente al regreso de esta multitudinaria celebración. Sus fieles insisten por ello en que se abra el proceso de declaración de milagro atribuido a Genarín.
Ocurrió así. Un buen día apareció el coche en el aparcamiento del histórico establecimiento, que cerró sus puertas, comprobó que no quedaba nadie en el interior y, dado que está en un descampado...
Lo que parecía una anécdota fue virando a algo más cuando nadie acudía a recogerlo mientras pasaban los días, las semanas, los meses... los habituales hacían todo tipo de conjeturas pero no aparecían datos que llevaran a pensar en nada extraño, ni delictivo, ni robo, ni avería...
Hasta que al regreso del Entierro de Genarín un asturiano grito: "¡Mira dónde está el mío coche!, el que me robaron".
- ¿Estás seguro de que te lo robaron?
- No me atrevería a decir...
Fue a casa por las llaves y arrancó a la primera, otro hecho extraordinario a tener en cuenta.
Y se fue con él.
Se abrió el debate. Para los partidarios era evidente que tenía tintes milagrosos.
Los escépticos manejan otra teoría, e incluso algún dato. El abandono, según ellos, se produjo un año antes, en el mismo Entierro de Genarín, y tal vez su dueño se detuvo a tomar un café con sal cuando paró asimismo uno de los numerosos autobuses que desde El Principado acuden al entierro. Tal vez se subió a uno, consciente de que no estaba para conducir, se durmió, la mente dejó en blanco algunas horas y él comprobó que su coche no estaba en el garaje...
Hasta que, justo una edición después, se le apareció el Corsa, allí aparcado, resplandeciente, como dicen que o currió en el espino de Fátima.
El milagro, aún sin reconocer, de San Genarín: El Corsa perdido y hallado en la Venta de la Tuerta
El aparcamiento de La Venta de la Tuerta acogió durante un año a un coche abandonado, entre conjeturas de todo tipo que se resolvieron cuando su dueño lo descubrió, alucinado, cuando regresaba del Entierro de Genarín ¿Milagro?
20/04/2025
Actualizado a
20/04/2025

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