Poco le queda para cumplir un siglo a una de las tiendas que forma parte de la historia de León y de los leoneses, Embutidos Goyo, no sólo por las características de sus productos sino también por su ubicación: en la calle Santa Cruz, 2, a muy pocos metros de la plaza Mayor. Por eso se ha convertido en lugar de referencia para leoneses y visitantes. Los miércoles y sábados, cuando en las inmediaciones se celebra el popular mercado tradicional, el establecimiento resulta especialmente concurrido, así como cuando llegan las épocas de vacaciones y miles de leoneses que regresan a su tierra tienen a Embutidos Goyo como referente para comprar el más típico sabor de León, con el que tratarán de mitigar después su nostalgia culinaria.
Embutidos Goyo nació en 1931 y lo fundó un paisano de Cuadros, Pedro. Desde entonces, este negocio familiar ha ido pasando por generaciones hasta la actual, que ya es la tercera y que lleva con orgullo el nombre del negocio. Al principio, la tienda era sólo de ultramarinos y los embutidos eran de Cimanes del Tejar: Sigue conservando su esencia, aunque en el Barrio Húmedo ya casi no vive gente y las ventas se centran en la cecina, sin duda el producto estrella, además de lomos, chorizos, salchichones… y montañas de pimentón de la Vera, que hasta hace pocos años se vendían a los que, por estas fechas, hacían sus matanzas domiciliarias, aunque hoy son los menos.