“Los mayores esperan mucho tiempo solo para tener compañía”

Cáritas cierra la segunda edición del Campus de Voluntariado Joven, una iniciativa que ha conectado a los participantes con las ludotecas infantiles y los usuarios de la residencias

07/08/2025
 Actualizado a 07/08/2025
Dos de los participantes del II Campus de Voluntariado Joven ayudando a los mayores. |FERNANDO OTERO
Dos de los participantes del II Campus de Voluntariado Joven ayudando a los mayores. |FERNANDO OTERO

Deberíamos pasar más tiempo con nuestros mayores”. Esta era la conclusión que sacaba María, uno de los 30 jóvenes que ha formado parte del II Campus de Voluntariado Joven que ha organizado Cáritas en León y que se clausuró este jueves en la Residencia Municipal de Mayores Virgen del Camino. “Me gustaría que se alargará un poco más”, comentaba la joven después de dos intensas semanas cargadas de actividades y juegos. En estos 14 días, los voluntarios han compartido tiempo con los mayores de la residencia y con los pequeños apuntados en las ludotecas. Dos mundos totalmente distintos, pero unidos por la ilusión que siempre despierta iniciativas como la impulsada de manera conjunta por el Ayuntamiento y Cáritas León.

Minutos antes del acto de clausura, los jóvenes apuran los últimos recuerdos de esta segunda edición con los mayores de la residencia. La calurosa mañana de jueves fue animada por un bingo intergeneracional que despertó risas y buen rollo entre voluntarios y residentes. La propia María ayudaba a una residente a apuntar los números que Pablo y Laureano cantaban con su alegría habitual. Los chascarrillos habituales con números como el 15 o el 22 despertaban sonoras carcajadas entre los usuarios del centro y los voluntarios, siempre atentos en hacer más fácil para los participantes el competitivo camino hasta cantar bingo.

Con un poco de sabor agridulce por la despedida, los 30 jóvenes adscritos al programa de voluntarios compartían abrazos y momentos emotivos con los usuarios del centro. Siete días han sido suficientes para formar recuerdos que permanecerán grabados para siempre en la memoria de unos jóvenes que han aprendido lecciones de vida imborrables. Aprendizajes que seguro guardarán como un preciado tesoro los 30 voluntarios que han dado una oprtunidad al programa. Para María, esta primera experiencia en el mundo del voluntariado ha sido toda “una sorpresa”. “Llegué sin expectativas y me lo acabé pasando genial”, admitía con una sonrisa el rostro mientras ayudaba a una usuaria a rellenar su cartón del bingo.

Aurora Baza, directora de Cáritas León, explicaba cómo en esta segunda edición el número de voluntarios se duplicó hasta alcanzar los 30 participantes. En su declaración, no quiso pasar por alto la “fuerte implicación” que siempre demuestran unos voluntarios “comprometidos al 100 por ciento” con la causa. La impulsora de la iniciativa explicó cómo gran parte de las actividades que se han realizado estas dos últimas semanas han sido desarrolladas y programadas por unos jóvenes que, día tras día, han puesto todo de su parte para animar la jornada a mayores y pequeños.

De hecho, María recalca ese papel crucial que juegan ella y el resto de voluntarios en hacer compañía a los residentes. “Nadie viene a visitarlos”, lamentaba la joven, que insistía en cómo muchos de los mayores que viven en la residencia apenas reciben visitas. “Me daba un poco de tristeza”, comentaba, aunque consideraba “una experiencia muy positiva” la semana que ha pasado en compañía de los mayores. También recordó como los más pequeños también adolecen de la ausencia de sus seres queridos en época estival. “Sus padres trabajan todo el día y no están con nadie”, explica tras su experiencia en una ludoteca en donde los peques “se lo pasan genial”. De cara al futuro, la joven recomienda a todos los jóvenes que tengan dudas de si participar en el voluntariado que pongan todo de su parte porque su presencia “es importante” para los mayores.

Baza también quiso agradecer a todas las partes su implicación activa por hacer que la iniciativa del Campus fuese un éxito absoluto. “Despierta una gran ilusión en los residentes”, comentaba Aurora, que ha confirmado en estas dos primeras ediciones como el ánimo general de la residencia mejoraba con tan solo con tener cerca a los voluntarios. Con la energía y las ganas propias de la juventud, actividades como el bingo o los bailes adquirían un matiz diferente. También destacó la buena acogida que ha tenido el voluntariado en los pequeños de la ludoteca, que han disfrutado como nunca de las actividades. Gracias a esta experiencia, comenta Aurora, los voluntarios se formaban en áreas como la infancia o la cooperación al desarrollo gracias al contacto intergeneracional del que han sido parte activa en estas dos últimas semanas.

La última en hablar fue la concejala de mayores, Lourdes González, que mostró su agradecimiento a Cáritas por la organización del Campus de Voluntariado Joven. En su discurso, remarcó el papel vital que juegan en los jóvenes a la hora de animar a los residentes, un contacto que les ayuda a “cargar las pilas” para el resto del año.




 

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