El leonesismo quema el castillo y frena los actos de la Junta entre abucheos y pitidos

Un león disfrazado de preso que tira de un castillo que tiene sobre él el ojo de Sauron. Así es la particular falla que Conceyu País Llionés ha realizado para su III Caminu La Llibertá, una manifestación leonesista que recorre este 23 de abril las principales calles de la capital y que finalmente se ha quemado en la explanada de los Pendones Leoneses, justo delante del edificio de la delegación territorial de la Junta en León. Acompañados por pendones, grupos de música y representantes políticos, cientos de leoneses han salido este martes a las calles para reivindicar la autonomía leonesa y se han arremolinado alrededor de la quema de este castillo, bajo pitidos y proclamas como "León sin Castilla es una maravilla".

El castillo llevaba como título "Castillo Juntero" y en lugar de Mordor, estaba escrito "Mordolid".

La manifestación, que partía de la plaza de Guzmán el Bueno, se ha dirigido hacia la plaza de San Marcos de la capital donde, a su vez, la Junta de Castilla y León está celebrando este 23 de abril con una carrera popular, un acto institucional y distintos espectáculos musicales e infantiles. Los leonesistas, en este punto, han realizado una sonora pitada y una traca de petardos en contra de "quien nos trata de imponer una festividad que no es nuestra".

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Luis Mariano Santos, de la Unión del Pueblo Leonés (UPL) participaba este martes en esta manifestación. El secretario del partido ha insistido que salen a la calle para mostrarse "en contra del sistema de autonomías tal y como se configuró" y para insistir que "hoy más que nunca pedimos tener nuestra comunidad autónoma, donde esté representada toda la Región Leonesa".

Santos ha criticado a "Alfonso Fernández Mañueco, el Partido Popular y Vox", por su "intento de imponernos esa identidad". Una identidad con la que, asegura, "no estamos de acuerdo, no nos corresponde y no nos vemos reconocidos".

El líder de la UPL, en su intervención durante la manifestación, se ha mostrado satisfecho porque la Junta "ha tenido que ir cancelando los fastos que había organizado" en León, y ha sugerido que las inversiones para estas activiades "podrían haberlas dedicado a sanidad, educación o despoblación".

Tras la quema del castillo en la explanada de los Pendones Leoneses, se han vivido momentos de tensión en la plaza de San Marcos. Los abucheos y pitidos de algunos representantes del leonesismo han obligado a paralizar los actos de la Junta cuando iba a comenzar su actuación Crispín d'Olot. La Policía Nacional ha tenido que acordonar el escenario de los actos de la Junta y también se han desmontado las actividades infantiles. También se ha cambiado la bandera de la Comunidad por una de León y se llenó el recinto de pegatinas alusivas a la protesta, que algunos secundaron al grito de "pucelano el que no bote".