Ocho trabajadoras de una tienda de ropa de un centro comercial leonés sufrieron acoso por parte de su jefe, finalmente despedido El caso de Berta se saldó con la mediación sindical, que logró que se le cambiara de puesto y que ella fuese a trabajar cada día sin temor a sorpresas similares. Todo ocurrió hace unos años, cuando era alcalde el socialista Francisco Fernández. Lo cuentan Rosa Castro e Ignacio Fernández, de Comisiones Obreras, para ejemplificar que éste caso es uno de los alrededor de cien que en los últimos cinco años se han producido en la comunidad. Casos de acoso sexual o de acoso por razón de género que sin embargo jamás han llegado a los tribunales «por el intenso miedo que sufren las víctimas».
Este lunes, Comisiones Obreras presentó ‘No lo permitas’, una campaña de concienciación sobre el acoso sexual y el acoso por razón de sexo con el que pretenden advertir de la proliferación de casos en este sentido y pedir a las administraciones y a las empresas privadas que trabajen en su prevención y que no los consientan en ningún caso.
A una empleada de Obras del Ayuntamiento de León su jefe le encomendó limpiar los baños. CCOO logró un cambio de puesto Del centenar de casos de los que Comisiones Obreras ha tenido conocimiento en el último lustro en la comunidad, estiman que «entre 30 y 40 casos se han producido en la provincia leonesa». Sin embargo, ninguna de estas mujeres ha acudido a los juzgados para denunciar los hechos, una actitud que desde CCOO atribuyen al miedo y al temor a las represalias. «Temen que luego se las criminalice y que el ambiente de trabajo se vuelva aún más agresivo», reconoce Castro, que recuerda además que son «ya unas cuantas» las sentencias «escandalosas» sobre estos casos, «y lo que no puede ser es que se criminalice a la víctima».
«Una mujer, aunque denuncie y gane, sigue padeciendo las consecuencias», lamenta el secretario provincial de CCOO en León, que recuerda que en el caso de la exedil de Ponferrada Nevenka Fernández, en el que se condenó por acoso sexual al exalcalde Ismael Álvarez, «es ella la que se tuvo que ir a vivir fuera, lejos, mientras que él sigue viviendo en Ponferrada como si nada».
Del centenar de casos registrados en Castilla y León, unos 30 o 40 en León, no ha habido ni una sola denuncia en el juzgado Por su parte, Castro señaló que el acoso sexual o las discriminaciones y acosos por razones de género afectan a la salud de las mujeres. «Padecen ansiedad, estrés, baja autoestima, trastornos de sueño, problemas gastrointestinales, náuseas...». Y aunque desde los años 90 existen resoluciones internacionales que recogen la condena hacia estos comportamientos en el ámbito del trabajo y establecen pautas para procedimientos de resolución de conflictos, en España no es hasta 2007, con la Ley Orgánica de Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres, cuando se establece una normativa concreta sobre el acoso sexual y el acoso por razón de sexo en el ámbito laboral.
Sin embargo, no existen estadísticas sobre el acoso sexual en este país, lamenta Castro, «sólo estudios de campo que alertan sobre algunos de estos comportamientos». Entre las conclusiones, que muchas víctimas llegan a creer que el acoso forma parte de las reglas del juego, o que no denuncian por temor a que el ambiente laboral se vuelva aún más hostil. «Somos demasiado tolerantes ante estas actuaciones», dice Rosa Castro, secretaria de Políticas Sociales y de Igualdad en CCOO de León.
El objetivo de la nueva campaña del sindicato –que desde este martes imparte talleres formativos e informativos a sus delegados– es dar a conocer a las mujeres los instrumentos a su alcance para canalizar sus casos de acoso, «porque la prevención es la única vía para erradicarlo». CCOOpide que se elaboren protocolos de prevención, que se cree una base de datos que recoja las contingencias y que la Junta desarrolle la Ley contra la violencia de género e incluya a las víctimas de acoso sexual laboral como víctimas de violencia de género.
También en empresas privadas
De los casos de acoso sexual en el trabajo no se libran tampoco las empresas privadas. Así, desde CCOO relatan un caso reciente en una tienda de ropa de un centro comercial de León, donde «ocho o nueve trabajadoras sufrieron acoso y vejaciones por parte de su jefe, y hasta seis de ellas llegaron a estar de baja laboral a la vez», cuenta Rosa Castro.
«A estas trabajadoras su jefe las humillaba, les daba voces, las insultaba, les lanzaba objetos», lamenta Castro, que explica que la citada empresa, una multinacional, se negaba a despedir al jefe que acosaba a sus empleadas y envió a León un supervisor. «Al mes, ese supervisor despidió al jefe al constatar los hechos, así que es evidente que lo que contaban las chicas estaba ocurriendo».
Como Berta, también Mar, Sara, Carmen, Inés, Miriam, Maribel o Cristina han dejado atrás un episodio de su vida del que prefieren ni hablar. «Duele».