No se encontraba armado, como al principio temían los agentes, y les arrojó unas botellas como defensa ante su negativa a abandonar la vivienda. Según los vecinos del pueblo, el hombre residía con su madre en una residencia y después de su fallecimiento regresó a la vivienda de Marzán, donde vivía en malas condiciones.
A pesar del incidente no hubo que lamentar daños personales ni heridos, y un equipo médico del Sacyl atendió al hombre, que posteriormente será trasladado a una residencia.
