José Manuel Reyero: "He echado de menos directrices que ayuden a los empresarios"

Tras una trayectoria ligada a la exportación en puestos clave de Administración en el exterior, impulsa un plan que ayude a las empresas leonesas

D.L.Mirantes
11/10/2015
 Actualizado a 19/09/2019
El Leonés del año en el extranjero, José Manuel Reyero. | MAURICIO PEÑA
El Leonés del año en el extranjero, José Manuel Reyero. | MAURICIO PEÑA
José Manuel Reyero García ha sido reconocido como Leonés del año en el extranjero gracias a sus trayectoria en el mundo económico en la que ha promocionado la actividad exportadora de España en todo el mundo, pero siempre con el recuerdo de León.

¿Cómo le ha ayudado en su trayectoria su condición de leonés? ¿Le ha supuesto alguna ventaja o desventaja?
– Mi condición de leonés en el mundo profesional ha sido neutral, pero en el personal me ha dado una forma de ver las cosas que aprendí de mi padre, que era hijo de la montaña, con mas perspectiva y con mas distancia. Se aleja uno de las pequeñas cosas y piensa más en las personas.

¿Qué ventajas o desventajas tienen las empresas leonesas para vender en el exterior?
– Ni ventajas ni desventajas. Todas las empresas tienen un posicionamiento de partida, que viene dado por sus características. De cara al mercado comunitario, el hecho de ser empresas europeas nos da acceso a un mercado interior de 400 millones de habitantes en una situación de igualdad con las empresas de otros países miembros. Entre otras, a la financiación en condiciones parecidas dentro de la moneda única, que es competencia de la Comisión Europea y ahí jugamos todos con las mismas reglas. De cara a los mercados, nuestra condición de leoneses no es ni puede ser un hándicap. Son igual de duros para todos. Si estamos pensando en el apoyo para iniciar esa andadura, los instrumentos de apoyo son muchos y en España están al alcance. El Icex no tiene barreras de entrada, ni tampoco las hay en los órganos de la comunidad. Pero, las dificultades no se superan solo con los apoyos. Exportar es una decisión del empresario y el apoyo oficial es solo un pequeño empujón.

¿A qué cree que se debe la progresiva salida al mercado internacional y que repercusiones tiene para la economía local?
– Salir a vender fuera de nuestras fronteras es necesario para seguir vendiendo en nuestro mercado. La evolución de las estrategias empresariales es muy rápida y quedándose en casa estos cambios no se perciben. Hay que ser fuertes fuera para seguir siendo fuertes dentro. Históricamente en épocas de crisis las empresas se acuerdan del exterior. Y la exportación crece porque las empresas buscan oportunidades fuera, pero la mayor inversión hace que crezcan también las importaciones. En esta crisis, esto ya no es así, la exportación ha crecido, pero el desequilibrio comercial no ha aumentado. Sin embargo, no todas las empresas triunfan. Generalmente, por la falta de preparación, por lo que muchos se muestran reticentes a buscar mercados fuera.

¿Cómo cree que se puede convencer al empresario de la necesidad de preparar bien la internacionalización?
– Ahí la Administración y otras instituciones como las Cámaras de Comercio sí pueden jugar un papel, y de hecho, han sido instrumentos muy importantes concienciando al empresario. Lo más importante para la toma de decisiones es la información y esta está disponible a través de múltiples foros. Con todo, el camino a seguir, los primeros pasos para iniciar una actividad exportadora, es que el empresario salga y empiece visitando las ferias internacionales que le darán una idea del posicionamiento de su producto, de los canales de distribución, de la competencia, etcétera.

¿Ha habido algún momento clave en la internacionalización de la economía?
– En nuestra historia económica el comienzo de la apertura exterior está en el Plan de Estabilización. Allí nos dijimos a nosotros mismos «hay que abrir la economía». Luego, el gran punto de referencia es la entrada en la entonces Comunidad Europea en 1986, Unión Europea, hoy. Se reforzó con la creación del mercado único en 1993 y con la entrada en la Unión Económica y Monetaria, el Euro, en el año 2000. Los españoles hemos sabido aprovechar esas oportunidades y lo que no es tan evidente es que otros las hayan sabido aprovechar en la misma medida, lo que nos debe dar la seguridad de que sabemos movernos en mundos comercialmente difíciles si las condiciones de partida no nos discriminan.

El techo histórico de las exportaciones fue en el 2012 y el 2015 va por buen camino para León ¿Cree que significa una mejoría en la situación de crisis o a qué se puede deber?
– Desde luego la exportación es una las variables que nos está sacando de la crisis, porque, aunque en nuestro caso ha sido muy intensa, hay otros mercados que crecen y necesitan nuestros productos. Es el caso de las renovables que están creciendo en el mundo y España es una referencia en estas energías limpias.

¿Cómo se puede trabajar por la economía local desde el extranjero?
Recetas mágicas no existen, pero los caminos están escritos, solo hay que empezar a recorrerlos. Vendiendo nuestros productos fuera estamos creando empleo aquí y dándonos estabilidad en la fuentes de ingresos, porque hay que diversificar riesgos y en cuantos más mercados se esté presente, la estabilidad del negocio será mayor.

En su discurso solicitó al Colegio de Economistas un plan de internacionalización ¿Cuáles pueden ser los principios que guíen ese plan?
– Sí, así fue, porque creo que las actividades hay que planificarlas y yo he echado de menos en León esas líneas directrices que ayuden a los empresarios a moverse. La formación de nuestros profesionales, el acceso a la información para la toma de decisiones son procesos que hay que empezar desde dentro.

¿Hay algún compromiso ya para la presentación de ese plan?
– La decana del Colegio de Economistas de León, Nuria González Rabanal, ya está trabajando en ello y en mi caso estoy abierto a poner mi granito de arena.
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