Este lunes se cumplen dos años desde que inició su segundo mandato como alcalde de León. Es por tanto buen momento para que José Antonio Diez repase su gestión y aborde tanto las mejoras acometidas o en marcha como los problemas que tiene actualmente la ciudad.
Estamos en el ecuador de su segundo mandato y cumple por tanto seis años como alcalde. ¿Qué siente al mirar atrás?
Si echamos la vista hacia atrás, podemos apreciar que León ha avanzado muchísimo en todos los ámbitos en los que un alcalde debe trabajar. Hemos avanzado desde el punto de vista social, demográfico y económico. Y hemos avanzado en aquellos criterios que hoy son esenciales en las ciudades: accesibilidad, entornos saludables y emprendimiento dirigido especialmente hacia un futuro más sostenible. Por tanto, si yo mirara hacia atrás, diría que el León de 2025 nada tiene que ver con el de 2019 en cuanto a vitalidad, futuro y posicionamiento.
En estos años hemos visto avances como la peatonalización del entorno de la muralla, la Era del Moro y la ronda interior. ¿Qué otros logros destacaría?
Durante estos años, aunque queda mucho trabajo por hacer, porque es verdad que hay muchas actuaciones pendientes y sigo muy comprometido con ellas, hemos llevado a cabo muchas acciones en los barrios de la ciudad. Durante muchos años, la ciudad estuvo dormida, no tenía inversión y no había nuevos equipamientos o mejoras. Si algo tenía unas carencias muy relevantes en esta ciudad, eran sus barrios.
Durante estos años, hemos realizado la mayor inversión que se ha hecho en la historia en los barrios a la ciudad y que superará ya seguramente los 40 millones de euros. Por lo tanto, una de las cosas de las que estoy muy orgulloso es de pensar que la ciudad es un todo formado especialmente por sus barrios y no sólo por las zonas más céntricas y turísticas. Prácticamente todos los barrios de la ciudad han recibido inversiones, transformaciones, humanizaciones o nuevos equipamientos y esa va a ser la línea en el futuro. Seguiremos trabajando especialmente en nuestros barrios.
También se ha dado un paso más con el inicio de la rehabilitación de los restos de la azucarera. ¿Cree que algún día veremos el Palacio de Congresos tal y como se diseñó?
Tal y como se diseñó, no, porque el proyecto de Dominique Perrault ya se ha abandonado con la actuación que estamos haciendo ahora mismo de sostenimiento de toda la estructura exterior y algunos equipamientos interiores de la azucarera. Ya no siguen el proyecto inicial, pero estoy seguro de que, no tardando muchos años, espero que en este mandato, se iniciará el auditorio de del Palacio de Congresos con capacidad para 800 o 1.000 personas.
Sería el complemento ideal para el Palacio de Exposiciones y es algo que demandan realmente todos aquellos que vienen a hacer congresos a una ciudad que ahora mismo es puntera en el sector, pero que está coja de ese equipamiento que hay que sustituir de alguna manera más compleja. Creo que el auditorio del Palacio de Congresos va a ser una realidad de aquí a no muchos años.
¿Qué cosas se le han quedado por el momento en el tintero?
Hay muchas cosas que hemos hecho en estos seis años que quizá ni soñábamos con poder ejecutarlas. En todo caso, seguimos realizando los trámites para el polígono industrial de Puente Castro. Creo que es realmente importante que la ciudad tenga su propio suelo industrial con independencia del modelo de gestión por el que apostemos más adelante. Como dije el día que lo iniciamos, ese proyecto es muy lento, pero sí me gustaría que en estos dos años quedara avanzado.
Además, hay alguna actuación urbanística que creo que tiene relevancia para la ciudad, como es la que tenemos prevista en el entorno de Santo Domingo, que podría conllevar luego cambios en algunas calles aledañas, como podría ser Ramón y Cajal, para acabar de proteger completamente nuestra muralla romana. Hay tiempo todavía y creo que alguna de estas actuaciones podremos llegar a acometerla, pero la ciudad sigue un ritmo de cambio y transformación continua y permanente en ese plan para que sea mucho más accesible, humana, saludable, sostenible y con actividad social y económica. Vivimos en una ciudad que, hoy por hoy, tiene un gran atractivo turístico en todas sus vertientes: patrimonial, de congresos y de programación cultural, pero también cada vez más gracias a nuestra hostelería, nuestra gastronomía y nuestro comercio, que mejoran constante mente para posicionarse desde el punto de vista de atención al visitante.
En esa transformación se incluye la Zona de Bajas Emisiones y el TSJ la ha paralizado cautelarmente mientras el comercio critica su cambio de criterio al pasar de calmado del tráfico a peatonalización en las calles del centro. ¿Qué se ha hecho mal en este asunto?
Es cierto que las cosas siempre se pueden hacer mejor. Sin embargo, para que se pueda valorar si algo se hace mejor o peor, por lo menos hay que hacerlo. Estábamos acostumbrados en esta ciudad a que no se hiciera absolutamente nada. Evidentemente, hay cosas que se pueden hacer mejor. Una vez visto el resultado, quizá habría cambiado algunos de los materiales utilizados en las peatonalizaciones, pero también he de guiarme por las indicaciones que hacen nuestros técnicos municipales. En todo caso, creo que las actuaciones que se han realizado cuentan con un consenso muy amplio. Se ha hablado con los vecinos y con los comerciantes. Quiero dejar claro que algunas peatonalizaciones han sido peticiones expresas de los comerciantes.
Por lo tanto, creo que es una transformación que hace una ciudad mucho más viva y que las peatonalizaciones potencian las zonas comerciales. Eso es evidente y se puede constatar precisamente en León, donde aquellas calles comerciales que tienen tráfico rodado están decayendo en cuanto a la ocupación de sus locales. Sin embargo, las zonas que hemos peatonalizado tienen ahora más vida y más demanda a la hora de abrir comercios.
Más que en la peatonalización, la crítica del comercio se centra en la falta de alternativas a la hora de aparcar...
Creo que eso es un mantra y que la realidad no es así. Si nos ponemos a analizar las calles que hemos peatonalizado y en las que se ha eliminado aparcamiento, vemos que sí hay menos plazas, pero no son tantas. Además, en el propio centro de la ciudad existen dos aparcamientos subterráneos que normalmente tienen capacidad y no están siempre al 100%. Y hay otros como el de Colón o el de la Junta que siguen teniendo muchísima capacidad. En todo caso, es cierto que hay que intentar contar con alguna nueva infraestructura estacionamiento. Estamos con el proyecto en el que llevamos tiempo trabajando con la Diputación, que tiene la competencia específica para la construcción del aparcamiento subterráneo en Santa Nonia. Este equipamiento revolvería sustancialmente esa problemática, pero también nos preocupa el estacionamiento en los barrios de la ciudad.
Vamos a plantear la adecuación del estacionamiento que hay colindante al nuevo centro de salud del Ejido y que ahora mismo está en una situación bastante precaria. Vamos a acondicionarlo y también vamos a plantear una nueva zona estacionamiento libre junto a la ampliación del Centro de Empresas de Base Tecnológica. En definitiva, creo que los leoneses caminamos mucho y que no utilizamos tanto el coche. Y para aquellos que vienen de fuera, especialmente del alfoz, hay estacionamiento. Es verdad que aquí la costumbre es que, si no hay sitio delante de la puerta del sitio al que vas, ya vemos un problema de aparcamiento, pero desde cualquier zona habilitada para dejar el coche puedes llegar casi con total seguridad a cualquier lugar al que vayas en no más de diez minutos. Hay que cambiar ese paradigma de que hay que aparcar en la puerta del sitio al que vamos, porque ni lo hay aquí, ni existe prácticamente en ningún sitio.
También son recurrentes las críticas sobre la limpieza...
Las quejas sobre la limpieza han disminuido mucho, porque hemos realizado una inversión muy importante durante estos años. Se han comprado equipamientos, máquinas y camiones y se ha estabilizado mucho mejor a la plantilla, aunque todavía nos quedan unas incorporaciones que realizar para que el servicio tenga más recursos humanos. En todo caso, hay margen de mejora en la limpieza, es evidente, pero creo que se ha avanzado mucho en estos seis años. Es verdad que también hay que pedir más civismo a los ciudadanos, pero creo que en eso también hemos ido a mejor. Cuando la ciudad está limpia, a la gente le cuesta más mancharla. Y cuando la ciudad está sucia, la gente presta menos atención, así que nuestra misión es seguir mejorando la limpieza.
Creo que hay margen y por eso vamos a seguir realizando inversiones. Creo que el servicio hace un trabajo magnífico, tanto los trabajos como el concejal y los técnicos, por lo que vamos a seguir en esa línea de mejora, pero creo que la percepción que se lleva generalmente el visitante, que es el que puede comparar con otros lugares, es que León es una ciudad realmente limpia. Hay que visitar y conocer también otras ciudades. Evidentemente, todas tienen problemas, pero nuestro estándar de limpieza, pese a ser mejorable, está muy por encima del de hace seis años.
¿Qué piensa cuando se refieren a usted como el alcalde arboricida?
Creo que es gente que realmente tiene muy poco conocimiento de la realidad y de la ciudad. Desde que soy alcalde, se han realizado más de 30.000 metros cuadrados de nuevas zonas verdes, se han repuesto 1.800 árboles y se han plantado 375 a mayores de los que ya había. Partíamos de la nada, porque en los ocho años anteriores de gobierno municipal del Partido Popular se hicieron cero metros cuadrados de nuevas zonas verdes. Yo llevo realizados en estos seis años más de 30.000 metros cuadrados y León sigue siendo una de las primeras ciudades de España, creo que es la segunda, con más metros cuadrados de zonas verdes por habitante. Por lo tanto, creo que es un eslogan para decirlo por decirlo, pero sin ningún criterio.
Y preocupa mucho que lo diga alguien que debería conocer la ciudad, su desarrollo y las cosas que se están haciendo. Sin embargo, con cuestiones como esta, demuestra que tiene un desconocimiento rotundo y absoluto de cómo se mueve la ciudad y muy poca memoria de lo que él hizo cuando era asesor del anterior alcalde, que fue nada.
Se está refiriendo al portavoz municipal del PP, que suele alegar que ahora hay mucho más dinero que antes…
Eso no es cierto, lo que pasa es que ahora se sabe utilizar el dinero. Yo recuerdo cuando se destinaban a pagar deuda cantidades ingentes de dinero del remanente porque no se ejecutaba el presupuesto. Y recuerdo que, en el Ayuntamiento, más allá de una deuda importante que se ha ido reduciendo una enormidad, había recursos disponibles. No creo que, cuando llegué en 2019, hubiera mucho más dinero que en 2018, cuando gobernaba el PP, pero ya entonces se hicieron muchísimas cosas. Es algo que tiene que ver con la capacidad de gestión que les faltó a ellos.
Nosotros gestionamos, es verdad que con aciertos y con errores, porque somos conscientes de que todo lo que hacemos no le gusta a todo el mundo, pero eso es algo casi imposible. Sin embargo, nadie puede negar que la ciudad se mueve, que hay gestión, que hay transformación, que hay cambio y que tenemos un modelo y una propuesta de ciudad, algo que los anteriores no tenían.
La ciudad ha ganado habitantes por primera vez desde 2008. ¿Cree que es algo puntual o puede suponer un cambio de tendencia?
Cuando una ciudad crece en población, es el mejor síntoma de que las cosas van bien. Cuando se pierde población, evidentemente, las cosas no van tan bien. Este incremento de población nos sirve para estar en 130.000 habitantes. Si no los hemos alcanzado, estaremos a pocas decenas de hacerlo. Esto significa que la ciudad está mucho más viva y que su dinamismo social y económico atrae a más personas.
Creo que las cosas se están haciendo bien y el empadronamiento de las personas es muy importante, porque hay una parte de los tributos que recibimos del Estado que son reflejo de la población. A más habitantes, más recursos económicos recibimos, pero lo importante es que por primera vez desde hace tantos años estemos recuperando población.
Por centrar un poco el tiro sobre el auditorio del Palacio de Congresos, el polígono industrial o las actuaciones en Santo Domingo y Ramón y Cajal, ¿veremos avances concretos en estos dos años de mandato que quedan?
Como bien saben los ciudadanos, porque lo sufren, las actuaciones que se realizan desde las administraciones siempre son lentas. Los procedimientos van muy despacio y lo mismo ocurre con la forma de ejecutar, pero yo estoy seguro que todos esos proyectos van a avanzar y algunas novedades se van a ver. No digo que estén completamente ejecutados, porque es casi imposible, pero sí habrá iniciativas que permitan atisbar esas mejoras en equipamientos y transformaciones urbanísticas.
¿Se ve con fuerzas para seguir en el cargo después de 2027 y ver terminados estos proyectos?
Sí, por supuesto. No he tenido más cargos que el de concejal y el de alcalde, pero tengo claro que es el más bonito que hay, el que más te ilusiona y el que mejor te permite seguir con ganas hacia adelante. Por lo tanto, cada día que estás aquí tienes más fuerza y más ánimo. Por supuesto que esos proyectos estarían terminados entre 2027 y 2031 y también se habrían iniciado otros nuevos. Tengo claro que, mientras sea alcalde y los ciudadanos sigan depositando su confianza en mí, León no se va a parar y va a seguir transformándose modernizándose y avanzando. Los leoneses saben que va a ser así, porque así se lo he venido demostrando durante estos años.