En un contexto «marcado por la precarización laboral y la pérdida de poder adquisitivo», los trabajadores del sector de la jardinería en España alzaron ayer su voz contra el bloqueo en la negociación del convenio estatal. La plaza de Botines fue el escenario elegido para la concentración convocada en la provincia de León, donde el sector cuenta con 185 trabajadores.
El objetivo de la protesta era exigir avances significativos en sus condiciones laborales y salariales, denunciando la postura «inmovilista» de las organizaciones patronales. Concretamente, según los sindicatos UGT y CCOO, la negativa de las organizaciones empresariales a aceptar mejoras laborales básicas –como un aumento salarial acorde con la inflación y la estabilización del empleo– ha llevado el proceso a un callejón sin salida.
«El convenio que exigimos no es un lujo, sino una necesidad básica para garantizar unas condiciones laborales dignas. Sin embargo, las patronales parecen sordas a la realidad que vivimos diariamente», subrayaron ayer los portavoces sindicales.