"La implantación de Medicina depende de la voluntad política y de valorar la educación"

Entrevista a Juan Francisco García Marín, rector de la Universidad de León

David Rubio y David Iglesias
23/04/2024
 Actualizado a 23/04/2024
Juan Francisco García Marín durante la entrevista en La Nueva Crónica. | SAÚL ARÉN
Juan Francisco García Marín durante la entrevista en La Nueva Crónica. | SAÚL ARÉN

Tras ocho años al frente de la Universidad de León, Juan Francisco García Marín afronta sus últimos días como rector y lamenta en esta entrevista que la Junta no tiene la «voluntad política» de implantar el Grado de Medicina en León a pesar de que es «viable». En cambio, muestra su satisfacción personal por los logros que sí se han conseguido en sus dos mandatos, entre los que Marín destaca el incremento presupuestario, la internacionalización de la ULE y el mayor número de proyectos de investigación. Con la campaña electoral ya en marcha, deposita su confianza en Nuria González para la cita del 9 de mayo y anuncia que en septiembre regresará al atril como profesor en la Facultad de Veterinaria.

– ¿En qué es mejor la Universidad de León hoy respecto a cuando tomó las riendas hace ocho años? 
– En muchos aspectos, prácticamente en todos. Hemos ganado en transparencia, porque hemos pasado de opaca a muy transparente. Hemos entrado en ránkings nacionales e internacionales en los que ni estábamos ni pensábamos que podíamos entrar, en investigación, en docencia, en todos los aspectos. Hemos mejorado en proyectos de investigación, tanto nacionales como internacionales, que han aumentado enormemente, así como las relaciones con empresas. Los ingresos no es que hayan aumentado, es que se han multiplicado, y entre 24 y 25 millones de euros del presupuesto anual llegan por investigación. Esto es algo que parecía increíble. En los últimos años, en un periodo se seis o siete años, contabilizábamos 30 millones de transferencias en proyectos con empresas y con instituciones. Se han consolidado grupos y la Universidad de León tiene un reconocimiento internacional y una visibilidad que antes no tenía. Trabajamos con lo que tenemos y el crecimiento ha sido muy importante. 

– Se han creado convenios con Washington y con China. ¿Por qué es importante esa internacionalización?
– Por la captación de alumnos extranjeros. En aquellos grados que no cubren el cupo de alumnos, se facilita el que puedan venir alumnos extranjeros, especialmente de Iberoamérica y siempre bien calificados, con notas altas. Es importante que conozcan que la Universidad de León existe, porque cuando conocen que existe y cómo existe, con esos índices, puedes tener opción a más proyectos, acuerdos y mayor crecimiento. Si no, la Universidad no crece, se va hundiendo y al final nos quedamos en una academia. Para crecer hay que hacer todo esto. Cuando yo entré el presupuesto era de 89 millones y ahora pasa de los 120 millones. ¿Por qué? ¿Porque ha habido un gran ingreso de la Junta de Castilla y León para personal? No, eso también, por supuesto, pero porque se ha crecido por otras vías. Eso es importante porque si no haces esa visibilización y ese trabajo, una Universidad se queda muerta.

"La Universidad de León tiene ahora una visibilidad y un reconocimiento fuera de España que no tenía"

– ¿Qué hará ahora que termina su etapa como rector? ¿Volverá al atril? 
– Por supuesto. Volvemos al punto de partida, a ser profesor en la Facultad de Veterinaria. Y que me dejen tranquilo, que esto del rectorado ya pasa a manos de otras personas. Yo ya tengo las clases preparadas y empezaré a darlas el primer día de septiembre. 

– ¿Y cómo está Veterinaria? ¿Sigue siendo una de las referentes de la Universidad de León?
– Veterinaria está muy bien, vino la Comisión Europea y puso dos pequeñas objeciones, pero no retiró la acreditación. Esta misma semana se aprobó el plan estratégico que se nos pedía, para que quede detallado, y se han arreglado algunas cuestiones que exigían, pero ya está todo. Se enviará y el presidente de la Comisión vendrá aquí o se irá a Bruselas, no lo sé. En estos casos no es reevaluar, es sólo hablarlo y ya está. Y la Facultad de Veterinaria es la única de la Universidad que tiene la acreditación nacional de centros, que es superior a la de grados. 

– ¿Apoya de forma clara alguna de las tres candidaturas?
– Vamos a ver, no es que muestre el apoyo, pero hay una persona, Nuria, que ha estado como vicerrectora conmigo y yo tengo toda la confianza del mundo en ella. Por supuesto, tiene que votar la Universidad y que gane el que considere la Universidad que es el mejor. Hay tres candidatos y yo espero que se solvente en la primera vuelta.

"Nuria ha estado conmigo y  tengo toda la confianza del mundo en ella. Creo que se resuelva en primera vuelta"

– ¿Y qué consejo le da a su sucesor?
– Que se entere muy bien de cómo está la Universidad. En el caso de Nuria no tengo duda, ella ya lo sabe muy bien, pero en el caso de que sea otra persona la que gane, que no comience a echar tierra a todo lo que se ha hecho, ni a decir esto está mal y esto también. Cuidado con eso. Y luego también hay que tener en cuenta que la Universidad en este momento está bien económicamente, pero para gastar bien el dinero, de forma adecuada, hace falta trabajar mucho. Que se piense que los puestos de rector y de vicerrector son puestos en los que se trabaja bastante si se quiere que la Universidad vaya bien. Por lo tanto, que valore lo que hay, que hable con todo el mundo y, a partir de ahí, que ya desarrolle las ideas que tenga. 

– Hace unos días señalaba que una de las espinitas que le queda es el no haber logrado aprobar los nuevos estatutos. ¿Por qué no se ha podido hacer?
– Porque esperamos a la Losu, que iba a ser ya y se ha ido retrasando. Se formó una comisión y empezamos a trabajar en ello, pero empezaron a salir reales decretos que ampliaban el plazo de aplicación de la Losu y el plazo para los estatutos. Había pasado el tiempo y yo entonces tomé la decisión de que quien venga tiene tiempo de sobra para hacerlos. De entrada sólo Oviedo los ha hecho, pero con una adaptación a lo que ya tenía.

– ¿Qué sacó en claro de la reunión del lunes con la consejera de Educación?
– El caso de las plazas de ayudantes doctores, que para adaptarlo a la nueva ley, se hizo el cálculo para cubrir las plazas que había que cubrir por parte de las universidades. Eso tiene que financiarse y el Gobierno pondrá un 70% finalmente y el 30% restante las comunidades. El lunes ya nos confirmaron que finalmente la Junta de Castilla y León, que había sido reacia a pagar nada, sí apoyará esa cantidad. También hablamos del plan de la Universidad de León con esa atracción de extranjeros. Lo vieron muy bien y van a poner la normativa que tiene que poner la Junta para facilitar el acceso de estos estudiantes, sobre todo en la preadmisión, para que sepan un año antes si cumplen las condiciones para venir. 

– ¿Y sobre la Facultad de Medicina?
– Le llevábamos documentos y nos dijo, antes que nada, que «todo sigue igual». Empezamos bien... Le presenté la memoria de la Facultad de Medicina, que es la que se tiene que presentar a la Acsucyl, la Agencia de Calidad de la Junta, para que te aprueben un título de grado. Ahí tiene que estar todo detallado. Le hice ver varias cosas. Primero, siempre te dicen que no hay médicos acreditados como profesor universitario. Pero no los hay ni en Salamanca, ni en Valladolid ni en Oviedo. Ese problema lo tienen todas las universidades. Pero nosotros sabemos que hay más de un centenar de médicos aquí que tienen doctorado y, de ellos, hay 70 que sí quieren acreditarse en diferentes especialidades y cumplen los requisitos. Segundo, edificios. El viernes pasado se firmó la implantación del Instituto Biosanitario, dedicado a la investigación y en el que participan fundamentalmente el Hospital y la Universidad. Este instituto necesita unas instalaciones y lo que le hemos dicho, está ahí el San Antonio Abad que podemos adaptarlo para los dos. Los dos o tres primeros cursos de Medicina se impartirían aquí en el Campus, en Ciencias de la Salud, que tiene espacio para ello y, el resto de cursos que ya tienen una vinculación con el Hospital, estarían en San Antonio Abad, donde estaría la Facultad como tal. También está la opción de hacer un edificio en el propio campus. En definitiva, todos los datos se le han facilitado y creemos que es viable. La respuesta, sin embargo, es decir que «no tenemos dinero, porque tenemos que adaptar la Losu». Ya, pero otras universidades siguen pidiendo la implantación de un título nuevo cada año y eso también cuesta dinero. En León, en los ocho años que he sido rector, se han implantado tres. 

"Los tres primeros cursos de Medicina se darán en el campus, pero la Facultad será el San Antonio Abad"

– Adaptado entonces el proyecto, haciéndolo más económico, ¿estamos simplemente a falta de una cuestión de voluntad política?
– Totalmente, no es más que eso. Dijeron que ya lo trataremos en la comisión académica, que se celebra en mayo o junio, en la que estamos todas las universidades y la Junta de Castilla y León y en la que se deciden las titulaciones a implantar. Seguiremos insistiendo, pero no es más que un problema de si valoramos o no valoramos adecuadamente la educación. Si se cree que se tiene que invertir en otros temas, otras consejerías,  me parece muy bien, pero vamos a poner las cosas en su sitio. 
 
– ¿A la persona que le sustituya le recomendaría que siga especializando el Campus de El Bierzo en el área sanitaria y de ingeniería del entorno?
– Hay que animar a los estudiantes a que escojan estas materias. También se han hecho acuerdos con universidades de México para que vengan a Geomática y el año que viene, o el siguiente, estarán aquí. La Formación Dual, que haya más implicación todavía de la empresa. Se tiene que ir por esas vías. 

– ¿Cree que antes de terminar el mandato le dará tiempo a inaugurar la residencia universitaria de Ponferrada?
– No la he podido inaugurar porque estamos en campaña. Cuando haya un candidato electo, espero que por lo menos me dejen ir allí a la inauguración. Va muy bien y estoy realmente sorprendido, porque eso comenzó como una rehabilitación de lo que había y al final no quedó más que los pilares y en dos años se ha tenido que adaptar a las nuevas normas de ahorro energético. Yha quedado un colegio mayor impresionante, ya quisieran algunos hoteles. Al final se ha invertido y va a quedar muy bien. Sólo queda amueblamiento y remates de la obra. 

– Otra de las novedades que se han implantado en la Universidad son las microcredenciales. ¿Están funcionando?
– Fuimos los primeros en Castilla y León y alguna universidad todavía no las tiene. La subvención del Ministerio nos va a cubrir gran parte de la matrícula, por lo que les va a salir  casi gratuita a los alumnos que se matriculen. Están funcionando las que están y van a funcionar ahora otras. 

"Cuando entré como rector, la nómina mensual de los trabajadores no llegaba a 1.500 y ahora es de 1.900"

– Está el Consejo Social, la Fgulem… ¿pero qué más podría hacer la Universidad para fijar empleo en León?
– Le voy a dar un dato. Cuando yo entré como rector, la nómina mensual de los trabajadores no llegaba a 1.500. Ahora, hemos llegado a los 1.900. Si esto es poca creación de empleo... Eso por una parte y, por otra, se tienen múltiples proyectos y trabajos de transferencia con empresas que por supuesto repercute también en las empresas. En este momento, de verdad, creo que la Universidad de León está trabajando bien con la sociedad y con todo el entorno. Hace poco una persona de fuera de León, un universitario que es leonés y viene de vez en cuando, me dijo: «Antes León tenía una Universidad, ahora se ha convertido ya en una ciudad universitaria». También por la implicación de estudiantes, de proyectos, de toda la sociedad, cultura, deportes...  

– ¿Cómo se ha trabajado para afianzar la investigación en la Universidad?
– Se ha trabajado el apoyo a investigadores. Hay una cosa muy sencilla. Si un investigador se presenta a una convocatoria de alto nivel, nacional o europea, tiene muchas posibilidades de que no le den el proyecto, pero no porque no sea bueno, sino porque hasta aquí ha llegado el dinero. Establecimos un programa, en el que se daba una cantidad de dinero durante un año para que estos grupos pudieran seguir trabajando en lo mismo y pudieran presentarse con mayores garantías a la siguiente convocatoria. También se ha anunciado a los investigadores de forma pormenorizada sobre las nuevas convocatorias. Si es una de sanidad animal, se la mandamos y hablamos con ellos. Ahora hay alguien que les pone al día y les apoya en lo que tienen que hacer para presentarse. Se ha establecido un servicio de traducción en la Fgulem que también permite revisar los artículos que se escriben en inglés. Y se ha facilitado ayuda en equipamiento de investigación. Desde hace unos años, sale un millón de euros para mejora de equipos de investigación de menor cuantía. Ahora mismo está abierta la convocatoria para equipos entre 100.000 euros y dos millones. Todos los años hemos conseguido equipamientos, sobre todo de uso común, que puedan ser utilizados por diferentes grupos de investigación. No hay que hacer más que invertir, en personas y en medios, y la gente se va animando. De hecho, no sólo es el incremento de proyectos internacionales, sino la cuantía, porque pasamos de un proyecto con 100.000 euros al último que han dado, que es de millones en la Unión Europea. 

– ¿Puede presionar la Universidad para reducir las tasas de la matrícula?
– Las ha bajado la Junta en la primera matrícula, en la segunda ya no. Nosotros, los rectores de todas las universidades públicas, se lo repetimos todos los años y ahí estamos. Se ha conseguido bajar bastante las tasas, pero yo creo que todavía deberían bajar algo más. 

– Será recordado también por ser el rector que impulsó el nombramiento de la primera Honoris Causa de la Universidad, Laura Lechuga. ¿Por qué no había ocurrido hasta ahora?
– Pues no lo sé. Las propuestas que había, incluso las dos que hice yo directamente, Zapatero y Badiola, eran hombres. Los Honoris Causa suelen ser personas mayores y es una generación determinada en la que había muchos hombres y muy poquitas mujeres. A partir de ahora, sin ninguna duda habrá más o menos una equivalencia. Por ejemplo, los catedráticos nombrados en los últimos siete años en la Universidad de León son hombres y mujeres casi al 50%. 
 

Archivado en
Lo más leído