Guantazos a tope

Quien conoce a este hombre nunca le llamará José Luis, que al empresario berciano Prada a tope no le llama por el nombre ni su mujer. Exlegionario, expolítico y currante incansable las 24 horas, a este defensor a ultranza de la naturaleza lo liamos para volver a la niñez en un parque de juegos. La lió

Susana Martín
24/09/2017
 Actualizado a 14/09/2019
No se sabe quién lo pasó mejor boxeando, si Prada o su hijo Manuel. | MAURICIO PEÑA
No se sabe quién lo pasó mejor boxeando, si Prada o su hijo Manuel. | MAURICIO PEÑA
Quién mejor para despedir por este año esta sección que un hombre que siempre dice sí a las nuevas experiencias. La octava víctima del ‘Probando, probando’ no necesita presentación. José Luis Prada Méndez (Cacabelos, 1945), empezó vendiendo vinos y zapatos en su pueblo y poco a poco ha creado un imperio agroalimentario, y La Moncloa de San Lázaro, y el impresionante Palacio de Canedo, donde se producen decenas de referencias de productos y vinos que se venden en medio mundo. Llámenlo siempre Prada –para su Flor, Pradiña–, y tiéntenlo para cualquier reto, nada se le resiste.

¿Y si lo llevamos a descargar adrenalina a un parque infantil de juegos, a echar unas risas? En Furor Amarillo, Prada probó varios juegos pero le chifló el boxeo (a pecho descubierto) con guantes gigantes, y qué mejor rival que su hijo Manuel. Entre risas, se arrearon ‘sin piedad’, aunque la sangre no llegó al río...

– ¿Qué le queda a Prada por hacer?
– No tengo objetivos ni retos, mi meta es el infinito. En Canedo todos los días estamos haciendo cosas, y todas llevan a otra, nada es anárquico. Con nuestra filosofía, siempre avanzamos y sorprendemos.

– ¿De dónde salió el ‘a tope’?
Tuve 39 sesiones de radioterapia en el Anderson, pero te digo que aquellos días disfruté de Madrid a tope. Y estaba fuerte como un toro porque todos los días iba andando, lo tomé como un entrenamiento – Cuando tenía 16 años, que yo ya hacía todo con mucha fuerza y muchas ganas. Pero quedó instaurado en unas fiestas de San Roque. Había una orquesta que se llamaba Los Meigas y los invité a cenar en mi tienda, que era variopinta, donde lo mismo había música de Otis Redding,  James Brown, Jimi Hendrix, Aretha Franklin, Janis Joplin... Aquello era la hostia. Y quedaron tan contentos que en la verbena se inventaron una canción de ‘A tope con Prada’, y así quedó para siempre. Luego algunos quisieron copiarlo, pero es que decir ‘a tope’ por moda es una patochada.

– Pasan los años y es imposible verle sentado, ¿no puede parar o qué?

– No puedo. Ni cuando me han operado... no podía, nena. Pero luego voy a revisión y estoy de puta madre. El día que esté parado, Susana... entonces se acabó el Prada.

– Achuchones lleva varios, hasta un cáncer que tampoco le frenó...

– Sí, sí, me acaban de operar de la espalda, y tuve cáncer de próstata hace ya seis años.  Lo cogimos en un momento incipiente, porque tengo una lista con  todas mis revisiones, llevo todo apuntado y vi que el PSA se había subido mucho... Fui al médico y era un cáncer. Tuve 39 sesiones de radioterapia en el Anderson, pero te digo que aquellos días disfruté de Madrid a tope. Y estaba fuerte como un toro porque todos los días iba andando, lo tomé como un entrenamiento y fue genial.

– Dicen que al final todo en esta vida es cuestión de actitud...

– Exacto: actitud total, en todo. Ojo, que hablamos de hace seis años, dios dirá lo que vendrá después, aunque estoy de puta madre. Pero lo importante, y esto se lo digo a todos los hombres, es estar pendiente de las revisiones. Eso no es ser blando, es que esas cosas le vienen a cualquiera.

– ¿Qué ha aprendido en la vida?
– Yo para atrás no miro nunca. Me dejo querer y me dejo llevar por el presente inmediato, y así construyes el futuro. Nunca pienso en lo que hice, y se aprende tanto de lo malo como de lo bueno.

– Ha creado una gran empresa, estuvo en la cárcel, viaja por todas partes, pero nunca había estado en un parque tan cachondo, y se ha dejado liar... ¿qué tal?
– Ya me conoces, siempre lo que me echen. Muchos alucinaron cuando hice la Vía Ferrata hace unos meses. Y aquí me lo pasé muy bien, y Manuel a tope también, ya nos dice que quiere volver con sus amigos.

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