Reconocida como mujer emprendedora ‘Ciami VQ’ y nombrada Águeda de Honor 2025 de Villaquilambre, Gloria Valbuena apura sus últimos meses de trabajo antes de convertirse en una feliz mujer jubilada. Lleva dieciséis años al frente de ‘El Mandil de la abuela’, un negocio que le traspasó su padre y con el que ha conseguido que sus productos y lo que allí se confecciona sean un reclamo con lista de espera.
Gloria Valbuena se sentó este miércoles ante los micrófonos de Cope León para participar en el espacio ‘Entre Nosotras’, en colaboración con 9tv y La Nueva Crónica. Hizo balance sobre su trayectoria profesional y personal y también utilizó la entrevista como un altavoz para el futuro de su negocio: ‘El Mandil de la Abuela aún no tiene relevo’, ¿quién sabe si este puede salir de entre los oyentes, los espectadores o los lectores de León?
Aunque la nave de ‘El Mandil de la abuela’ tenga más de mil metros cuadrados, seis empleadas y el negocio se haya expandido también online, la situación no era la misma cuando Gloria Valbuena heredó de su padre el paraíso de las telas y la confección de Navatejera. «Él se dedicaba al comercio al por mayor», cuenta, y ella decidió dar una vuelta al negocio. Dice que «ha evolucionado muy positivamente» y, en la actualidad, venden y fabrican desde cortinas y estores hasta fundas para colchonetas de autocaravanas.
Además de por el premio recibido en Villaquilambre, Gloria Valbuena se reconoce a sí misma como mujer emprendedora y aconseja a aquellas personas que se plantean iniciar algún negocio que «dediquen cuerpo y alma y que sean siempre muy optimistas». Ella se confiesa «arriesgada» y sabe qué cambiaría de su forma de dirigir ‘El Mandil de la buela’ «si tuviese veinte años menos». Pero con la experiencia actual recomienda «innovar continuamente» y ser conscientes de que «no se va a ganar dinero desde el primer día». «Como decía mi padre: todo el dinero que entra en caja no es ganado», apostilla.
Una persona inquieta
Dice que si no se hubiese dedicado al negocio, habría trabajado en alguna profesión relacionada con el voluntariado, «incluso hubiese ido de cooperación a algún país si no fuese por mis hijos», añade. Y es que, Gloria Valbuena es una mujer generosa que también ha ofrecido su vida a los demás, como hizo mientras estuvo al frente de Alenhi, la Asociación Leonesa de Afectados por el Trastorno de Déficit de Atención con o sin Hiperactividad. A los 43 años decidió estudiar y se graduó en Educación Primaria con especialidad en Educación Especial, y también ha colaborado con varias entidades. Entre ellas, Proyecto Convivo, una asociación de León que trabaja con personas con discapacidad intelectual y a la que pertenece su hijo. A esta es a la que va dedicar buena parte de su tiempo cuando se hubile, ya que «tiene una pequeña tienda de ropa y donaciones y necesitan voluntarios», dice Gloria Valbuena, «y allí estaré, porque lo de vender me gusta». Esto sumado a sus clases de yoga, a estar con su gente y a disfrutar de un merecido descanso después de toda una vida dedicada a ‘El Mandil de la abuela’: «Lo que sé es que no me voy a aburrir».