Garnica prevé seguir su línea de crecimiento y durante los próximos años espera mantener ese ritmo de creación de empleo hasta superar los 300 trabajadores en la misma. Será gracias a las inversiones que se proyectan en la factoría considerada buque insignia del grupo, lo que implicará un incremento de la producción, del personal y del consumo de madera de chopo. Estas inversiones tienen como objeto aumentar la producción en la fábrica en 90.000 metros cúbicos de contrachapado durante el próximo año.

Demanda de chopo
Garnica utiliza árboles que proceden de plantaciones sostenibles y especiales (protegen las aguas y las riberas de los ríos, se realizan con clones seleccionados para la producción de contrachapado), que proporcionan una madera diferente con la que se producen tableros para distintos usos finales.
Durante este año 2016, el Grupo Garnica consumirá unos 650.000 metros cúbicos de madera de chopo. Por ello, las plantaciones deben seguir creciendo. Para alcanzar el objetivo propuesto en el plan estratégico en el año 2019 la compañía necesitará consumir más de 950.000 metros cúbicos de chopo y considera Castilla León como el enclave perfecto para su desarrollo.
En la cuenca del Duero hay actualmente 80.000 hectáreas plantadas, superficie que se podría duplicar en diez años, subraya la compañía, “si hay decisión y determinación política”. En Castilla y León, señalan, el chopo representa el dos por ciento del total de la superficie plantada y proporciona, a su vez, el 20 por ciento de la madera que sale al mercado, así como el 50 por ciento del valor total de la madera vendida 'en pie' de la comunidad.
Peticiones
Guillermo Hernanz reclama a las instituciones más apoyo a un sector “que tiene presente y futuro”. Sería muy positivo, añade, que se recuperasen las subvenciones en la medida de lo posible y, especialmente, que se diese un apoyo integral que propiciara la existencia de más plantaciones. Información, ayudas, investigación, promoción y ejecución de las estrategias del chopo que se concretaron en su día en Castilla y León en un estudio son las reclamaciones de una industria que, lejos de debilitarse durante la crisis, ha seguido creciendo año tras año, mientras otras maderas veían casi desaparecer o caer drásticamente su demanda.