Los participantes en el Programa de Acercamiento Intergeneracional de la Universidad de León (ULE) celebraron ayer la clausura del curso, así como una emotiva despedida a la que ha sido su profesora durante 15 años en este innovador programa, María Teresa Gómez Alonso, por su jubilación. En este proyecto, fruto de la colaboración con la Junta de Castilla y León, ayuntamientos de León y Ponferrada, las personas mayores disfrutan de dos sesiones de entrenamiento multicomponente dos veces por semana en la clase de Actividad Física en Personas Mayores.
La profesora que se jubila, María Teresa Gómez, recibió el cariño y varios regalos de los que han sido sus alumnos, un total de 60 mayores, a los que les pidió que sean «portavoces del ejercicio físico», que busquen «la autonomía y la calidad de vida, la alegría en la vida y valorar lo que tenemos».
El programaintergeneracional cuenta con la participación de 20 estudiantes del grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, como parte de su práctica en la asignatura Actividad Física en Personas Mayores, y el plan consiste en tomar contacto de la realidad de los mayores para la mejora de su bienestar a través de caminatas intergeneracionales, marcha nórdica y acondicionamiento físico, todo ello tutorizado por profesores y estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.
La clausura tuvo lugar en el rocódromo de la facultad y a ella asistió la vicerrectora de Inclusión, Igualdad y Proyección Social de la ULE, Raquel Domínguez que agradeció «el trabajo intenso en el que hay mucho cariño y corazón, siempre pensando en hacer algo más aunque el programa sea ya un éxito, siempre intentando mejorar», también agradeció la «implicación» de los estudiantes en este programa que trabaja «con asignaturas de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, en aprendizaje–servicio» y que supone un «servicio a la comunidad, pues es más que un programa de envejecimiento activo, ya que también lucha contra el edadismo.
Por su parte, la responsable del Programa de Acercamiento Intergeneracional de la ULE, Mabel García Porro, agradeció las «estancias de colaboración» que han permitido mantener el programa el segundo semestre y aseguró que «lo que pasa aquí no es solo aprendizaje para los alumnos, sino que los vínculos hacen que se siembre un futuro contra edadismo y soledad no deseada». El programa suma cada año nuevos mayores, algunos de ellos incluso nonagenarios.