Y eso que es precisamente en uno de estos barrios, en Pinilla, donde radica la polémica entre PP-Vox y PSOE-ULP, la mesa de la discordia, la de Pastorinas, en la que un error en las actas reconocido hasta ahora por los propios integrantes de la mesa, la Junta Electoral de Zona y la Junta Electoral Central, mantiene la incógnita de quién será el próximo alcalde de la ciudad.
El escrutinio definitivo llevado a cabo tres días después de las elecciones enmendaba los errores en una docena de mesas por fallos en la transmisión de los datos la noche electoral, pero con actas que reconocían casi 1.200 votos al PSOE que habían sido mal atribuidos a Vox. Ahora son otros 130 los que están en juego, y los que habrán de decidir si los de Santiago Abascal obtienen representación o no en el Consistorio leonés.

