El efecto dominó en una partida de ajedrez

TRIBUNA | Por David Rubio

David Rubio
01/08/2019
 Actualizado a 12/09/2019
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Los últimos jueves se están convirtiendo en algo así como fiesta mayor en Valladolid. Cada vez que Francisco Igea y su incontinencia verbal salen a dar la rueda de prensa posterior a cada junta de gobierno, el mundo político se para. El verano sigue siendo verano, en las piscinas y en las verbenas, pero los políticos se paran los jueves a mediodía, buscan conexiones imposibles para seguir su intervención en directo y quieren sacar alguna conclusión de cada una de sus frases, a pesar de que el flamante portavoz de la Junta haya dado pruebas más que evidentes de no ser precisamente un virtuosos del doble sentido de las palabras.

Una vez conocidos los nombres de los consejeros de la ‘nueva’ Junta, la inquietud llega por los nombramientos de los directores generales, cuyos nombres pueden poner y quitar a muchos rivales en la complicada carrera en que se ha convertido para los políticos del PP conseguir un puesto de relevancia en esta provincia.

Ya han pasado dos jueves y los nombres de los directores generales de la Junta no despejan dudas, sino más bien todo lo contrario, de modo que se disparan los comentarios, los chafardeos y la rumorología, para la que, en contra de lo que se podría pensar, resulta especialmente propicio el mes de agosto, aunque la actualidad no llegue a enredarse tanto como el año pasado. La presencia de Teodoro García Egea este viernes en León ha despertado mucha expectación y todos quieren posicionarse, que les tenga bien a tiro el campeón del mundo de lanzamiento de hueso de aceituna. Desde varias trincheras se disparaba este jueves, es posible que incluso con el objetivo de acertar, sobre el hipotético relevo en la delegación territorial de la Junta de Castilla y León, donde Guillermo García Martín se mantiene firme desde hace menos de ocho años, cifra que podría resultar insignificante, pero que en realidad no supera esa línea presuntamente roja (aunque se pueda pisar según las necesidades del momento y del personal) que Ciudadanos estableció para coger la bandera de la regeneración política, lo que significa que tendrán que buscarse otro motivo si de verdad lo quieren cambiar. En cualquier caso, no será hasta finales de agosto cuando se conozcan los nombres con los que Alfonso Fernández-Mañueco quiere que la institución autonómica esté representada en cada una de las nueve provincias, por lo que cada jueves seguirá siendo una especie de ruleta rusa política en cada palabra de Igea, ese supuesto verso libre que, como aquí escribió Luis Grau, rima perfectamente con el mismo poema que veníamos leyendo desde hace más de tres décadas.

Entre los parlamentarios del PP los hay que no quieren que se repitan las elecciones porque no repetirían cargo La incertidumbre sobre el efecto dominó en la partida de ajedrez que son los nombramientos tienen que ver con que todas las quinielas juegan con la baza de que necesariamente tiene que ocupar algún cargo de relevancia el presidente provincial del PP, que difícilmente mantendría la autoridad si no es más que portavoz del PP en la Diputación y concejal raso en lo que en tiempos fue Valencia de Don Juan Martínez Majo y hoy es Valencia de Don Juan Pablo Regadera.

La ‘retirada’ de Ángel Calvo de la vida orgánica abre nuevas oportunidades a quienes han demostrado ser más cercanos a Pablo Casado y continúa así la renovación, y también el rejuvenecimiento, del Partido Popular en León con el nombramiento de José Miguel González como secretario provincial. Él fue uno de los miembros de la lista del PP al Congreso de los Diputados, una lista en la que ahora, siendo la política tan extremadamente enrevesada como es, están algunos de los millones de españoles que están deseando que no se repitan las elecciones generales, porque tendrían más que difícil repetir candidatura tras los batacazos electorales en sus municipios. Ahora que se han repartido los cargos...

Para cargo sorprendente, el de la ex senadora Ester Muñoz como responsable de comunicación del Partido Popular leonés, ya que su trabajo como parte del tándem leonés con Luis Aznar puede ser perfectamente opinable, pero en lo que tiene que ver con la comunicación, a no ser que se mida en seguidores en las redes sociales, pisó todos los charcos que vio en su camino, e incluso alguno que ni siquiera estaba en su camino y sobre el que saltó con la fe del que tiene como mantra que pase lo que pase pero que yo no pase inadvertido.
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