"El balón intragástrico ayuda a perder una media de 15 kilos en seis meses"

Jesús Espinel lleva 22 años trabajando en León, donde ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria profesional y en la que se ha convertido en un referente en endoscopias

Sergio Jorge
09/02/2015
 Actualizado a 19/09/2019
Jesús Espinel, especialista en Aparato Digestivo del Hospital de León y la Clínica San Francisco. | DANIEL MARTÍN
Jesús Espinel, especialista en Aparato Digestivo del Hospital de León y la Clínica San Francisco. | DANIEL MARTÍN
Alterna su trabajo entre el Hospital de León y la Clínica San Francisco. Por este motivo, ha podido desarrollar diferentes técnicas con endoscopias para diversas dolencias con las que se pueden evitar intervenciones quirúrgicas. A esto añade su labor investigadora y divulgativa en revistas especializadas.

¿Cuáles son las principales enfermedades con las que se encuentra en sus consultas?
–Mi actividad como especialista en Aparato Digestivo va orientada principalmente al diagnóstico y tratamiento endoscópico de enfermedades como la hemorragia digestiva, la patología hepatobiliopancreática, los pólipos y el cáncer de colon. La provincia de León tiene una población con una esperanza de vida bastante alta y por lo tanto está también envejecida. Esto influye en que podamos detectar un significativo número de pacientes que desarrollen tumores digestivos. Ahí es donde mi actividad como especialista tiene una mayor relevancia porque podemos tratar estas enfermedades mediante técnicas endoscópicas que evitan la necesidad de hacer intervenciones quirúrgicas. Por ejemplo, podemos extraer cálculos (’piedras’) de la vía biliar o colocar prótesis como tratamiento paliativo de diferentes tipos de cáncer. A ello se une el tratamiento de lesiones preneoplásicas (’premalignas’), las cuales podemos detectarlas y extirparlas mediante endoscopia antes de que desarrollen un cáncer.Una de las patologías que vemos con más frecuencia en las consultas es la enfermedad por reflujo gastroesofágico. Vivimos en una sociedad avanzada, con mucho estrés, donde nuestros hábitos de vida y dietéticos no son los más recomendables y donde apreciamos un incremento constante de la obesidad. En la enfermedad por reflujo gastroesofágico, mediante la endoscopia, podemos detectar signos de reflujo crónico, que puede abocar en el llamado esófago de barret, una entidad que favorece la aparición del cáncer de esófago.

¿Hay alguna peculiaridad que afecte a la población leonesa?
–La población de León tiene un elevado riesgo de cáncer de colon. Estamos haciendo campañas para que a los individuos a partir de 50 años podamos detectarles lesiones precancerosas, como los pólipos. En los pacientes que presentan sangrado rectal, mediante una colonoscopia podemos valorar si existen pólipos y también si podrán serán extirpados. Así estamos evitando que esos pólipos se transformen en un cáncer.

¿Están aumentando estos casos?
–La realidad es que en un alto porcentaje de los pacientes que acuden al cribado para el cáncer de colon estamos encontrando una significativa cantidad de lesiones precancerígenas e incluso neoplásicas.

¿En qué medida tiene que ver con los ahumados tradicionales de León?
–Hoy en día se conoce que factores ambientales y genéticos pueden aumentar la probabilidad de aparición de un cáncer de colon. Hay cáncer de colon hereditario (5%), cáncer asociado a antecedentes personales o familiares de cáncer o de pólipos, cáncer asociado a enfermedad inflamatoria intestinal y cáncer esporádico (el más frecuente). El hábito de fumar, o el comer carnes procesadas puede aumentar el riesgo. Dentro de los factores protectores de desarrollo de cáncer de colon están la actividad física, la dieta rica en frutas y verduras, los pescados ricos en omega3 y también la toma de Aspirina.

El tratamiento de la obesidad es otra de sus especialidades. ¿En qué consiste la colocación del balón intragástrico y qué se pretende con esta técnica?
–El tratamiento endoscópico de la obesidad está dirigido para aquellas personas que por sus propios medios son incapaces de conseguir un peso adecuado. Realizamos dos tipos de tratamiento: la colocación del balón intragástrico y la reducción gástrica mediante endoscopia (Pose). El balón intragástrico produce saciedad precoz. Así, el individuo tiene menor necesidad de ingerir comida, lo que le ayuda a perder peso. La técnica Pose de reducción gástrica mediante endoscopia es un tratamiento que también está dando buenos resultados.

¿Estos dispositivos son para siempre?
No. El balón intragástrico es un tratamiento temporal (habitualmente, 6 meses). Mediante una endoscopia, lo introducimos en el estómago. A partir de ese momento, el individuo notará saciedad, comerá menos, y perderá una media de unos 15 kilos en seis meses. Posteriormente se retira también mediante endoscopia.

Como experto en diferentes tipos de endoscopia, ¿cómo ha evolucionado esta prueba en los últimos años?
–En los últimos 25 años la endoscopia ha cambiado de forma drástica. La notable mejoría en los equipos, el desarrollo de técnicas que permiten realizar tratamientos menos agresivos, la mejor enseñanza a los médicos que se incorporan y la contribución de la sedación han supuesto cambios fundamentales que hacen que se pueda incrementar la calidad en endoscopia digestiva.
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