Unos datos que contrastan con el 2009, cuando los mayores de 64 años supusieron el 73,62% de las transfusiones, mientras que los pacientes con más de 80 años fueron el 33%.
De hecho, durante el año 2014 hubo 12.000 transfusiones de hematíes en el Hospital de León, mil más de plasma y 800 de plaquetas. Unas cifras muy similares a las que se esperan para todoeste ejercicio, con 11.500 hematíes, 950 de plasma y 800 de plaquetas. Según los datos facilitados por el jefe de sección del Banco de Sangre, José Quiñones, durante el 2013 fueron 11.300 transfusiones, 11.800 en 2012 y 11.700 en 2011, por lo que se demuestra que son cuantías estables durante los últimos ejercicios. De hecho, uno de los objetivos de esta unidad es que siempre «haya unos volúmenes de stock ajustados a las necesidades habituales y también en previsión de un incremento brusco de las necesidades», apunta Rodríguez. Por eso toda la sangre que se dona en Castilla y León va directamente al Centro de Hemoterapia y Hemodonación de la comunidad, situado en Valladolid.
En este organismo se realiza "el tipaje del grupo sanguíneo y también las serologías de virus, hepatitis o VIH", explica Rodríguez. "Una vez que esa sangre está estudiada, se deriva a los centros en función de la demanda que tienen, así que en 48 o 72 horas está disponible para ser enviada", añade. De ahí que desde el Hospital de León se soliciten diariamente las transfusiones que se van necesitando, y que permiten por tanto llevar siempre una cuantía estable para evitar desabastecimiento o que caduquen las unidades de hematíes, plasma o plaquetas. Por este motivo, el Banco tiene varios frigoríficos en los que se guardan las unidades de los tres tipos en los que se fracciona la sangre.
Así, los hematíes están a entre 2 y 8 grados, mientras que las plaquetas se conservan a entre 20 y 24 grados. Por último, el plasma se mantiene por debajo de los 30 grados.
Distribución de la sangre
La utilización de los hematíes en el Hospital de León es principalmente en pacientes quirúrgicos, tanto antes como durante y después de la operación, puesto que se destinaron durante el año pasado el 40% de las transfusiones. En concreto, traumatología y la cirugía cardiaca son las dos especialidades que más incidencia tienen en el Complejo Asistencial. El 26% de las unidades de hematíes que se utilizaron en 2014 fueron destinadas para enfermos de cáncer con tratamientos de hematología y oncología, mientras que otros servicios médicos no quirúrgicos fueron otro 21%, en especial problemas digestivos por culpa de las hemorragias, los tratamientos cardiológicos, puesto que hay muchos fármacos que favorecen el sangrado, así como la UCI y medicina interna.
Por último, las transfusiones que se hicieron en urgencias fueron el 13%, aunque como reconocen en el Banco, es la parte menos previsible de todas las necesidades de sangre del Hospital.